Los activistas advierten sobre los peligros de que se autorice la explotación de hidrocarburos en la Reserva Comunal Amarakaeri y los Parques Nacionales Manu y Bahuaja Sonene.
La organización civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) ha expresado su preocupación por los riesgos asociados a la posible aprobación de la explotación de hidrocarburos en la Reserva Comunal Amarakaeri y la zona de amortiguamiento de los Parques Nacionales Manu y Bahuaja Sonene, en la selva sur de Perú. Esta controversia se centra en los intentos del Gobierno peruano de modificar la Ley de Áreas Naturales Protegidas (ANP) para permitir la exploración y explotación de petróleo y gas natural en estas áreas protegidas.
Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR)
La coordinadora del Programa de Sostenibilidad de DAR, Vanessa Cueto, ha expresado su inquietud acerca de las propuestas técnicas que, según afirma, debilitarían la sostenibilidad ambiental y social en los territorios en cuestión. Entre estas propuestas se encuentra un proyecto de ley de la empresa estatal Perúpetro que busca modificar la Ley de ANP para permitir la exploración y explotación de hidrocarburos.
El llamado a la responsabilidad
Vanessa Cueto ha enfatizado la importancia de la responsabilidad en la explotación de recursos naturales, argumentando que es esencial que se realice en áreas donde ya está permitido y no en lugares protegidos. Además, destaca la necesidad de contar con autoridades fortalecidas y eficientes que brinden seguridad tanto al Estado como a los inversionistas y a la población local.
La importancia de cumplir con el marco jurídico
El abogado ambiental César Ipenza ha subrayado la importancia de que la promoción de la inversión se realice respetando el marco jurídico. En el pasado, la Contraloría General de la República identificó incumplimientos por parte de las autoridades, lo que resalta la necesidad de un mayor control preventivo.
Significación de las reservas naturales
La Reserva Comunal Amarakaeri, creada en el 2002, ocupa un área de más de 400,000 hectáreas y protege territorios ancestrales del pueblo indígena Harakbut. Su objetivo es preservar las nacientes de ríos, bosques, aguas y el equilibrio ecológico. Además, garantiza el ambiente adecuado para las comunidades indígenas de los pueblos Harakbut, Yine y Matsiguenka. En 2018, fue incluida en la Lista Verde de Áreas Protegidas y Conservadas, un estándar internacional de la Unión para la Conservación de la Naturaleza.
La preocupación de DAR y otros defensores del medio ambiente, como Greenpeace y otras organizaciones ambientalistas, resalta la necesidad de un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación de áreas naturales críticas. La explotación de hidrocarburos plantea desafíos significativos en términos de sostenibilidad ambiental y protección de los derechos de las comunidades indígenas. El debate en torno a la modificación de la Ley de ANP en Perú es un recordatorio de la importancia de abordar estas cuestiones con cuidado y consideración de las implicaciones a largo plazo.
