Forestería comunitaria: una estrategia sostenible para recuperar los bosques colombianos
Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad del planeta y los bosques tropicales ocupan más de la mitad de su territorio. Pero además, según datos de la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), de estos ecosistemas naturales depende la seguridad alimentaria de más de 1 millón de personas.
La Amazonía colombiana como se conoce comúnmente a esta región, posee 47.6 millones de hectáreas de bosques tropicales. Pero a lo largo de las últimas décadas ha sido víctima de un enemigo letal: la deforestación. La tala y los desmontes ilegales en la zona denominada “Arco de deforestación amazónico”, que abarca los departamentos de Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, han acabado con un 65% de sus especies arbóreas.
Como respuesta a esta crisis ambiental, las comunidades locales han recurrido a una novedosa estrategia para intentar recuperar las áreas afectadas. Esta metodología combina los conocimientos ancestrales de los pueblos originarios con nuevas tecnologías y métodos de producción sostenibles, y más amigables con el medioambiente.
¿Cuáles son los motivos detrás de la pérdida de bosques en la Amazonía colombiana?
Como sucede en varias partes del globo, la principal causa detrás de la deforestación es la búsqueda de un rédito económico a costa del medioambiente. Actividades económicas como la tala indiscriminada, la expansión de la frontera agrícola, la ganadería extensiva o la minería ilegal arrasan sin miramientos con los bosques de la Amazonía colombiana.
Y en el epicentro de esta destrucción, denominado “Arco de deforestación amazónico”por científicos y miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace o The Nature Conservancy, estas prácticas están destruyendo los hábitats naturales de miles de especies de flora y fauna nativas. Pero además, contribuyen a agravar la crisis climática que transita el planeta.
¿De qué se trata la forestería comunitaria?
La forestería comunitaria intenta buscar y establecer un equilibrio entre el aprovechamiento que los seres humanos realizan de los recursos forestales y la conservación de los ecosistemas. Desde 2017, estas iniciativas de manejo forestal sostenible han involucrado a cientos de familias en la gestión ecológica de los bosques, promoviendo actividades como el turismo de naturaleza, la crianza de abejas nativas o la instalación de viveros con el objetivo de contribuir a restaurar el paisaje amazónico.
Las primeras instituciones promotoras de esta metodología de trabajo comunitario para proteger y restaurar los bosques tropicales fueron el Instituto Amazónico de Investigaciones Amazónicas SINCHI y proyectos impulsados por el gobierno nacional con recursos de Global Environmental Facility, como “Corazón de la Amazonía”.
Uno de los programas más destacados en el que desarrolló la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) en los departamentos de Guaviare y Caquetá. Para ello contó con el apoyo financiero de la Embajada de Noruega, que permitió que más de 500 familias pudieran participar de actividades como el aprovechamiento de productos no maderables, la instalación de viveros, y la construcción de corredores productivos.
Beneficios y obstáculos de la forestería comunitaria
Hasta el momento, estas iniciativas de manejo sostenible de los bosques tropicales han mostrado resultados más que prometedores para la recuperación de la Amazonía colombiana. Además, permite que las familias participantes tengan un ingreso económico extra a la vez que adquieren valiosos conocimientos sobre la gestión de los recursos forestales de forma ecológica.
Entre las enseñanzas que dejan estos proyectos se destaca cómo sacarle provecho a los árboles y plantas de la mejor manera sin causarle un daño permanente al ecosistema. Además, prácticas como la crianza de abejas nativas han tenido impactos positivos contribuyendo enormemente a la polinización de plantas y a la conservación de la biodiversidad del país.
Sin embargo, el conflicto armado recurrente y la presencia de personas inescrupulosas que no respetan las leyes ambientales complican la situación. Muchas veces, haciendo que los esfuerzos de los activistas por recuperar y conservar los bosques tropicales no prosperen de la manera deseada. Por este motivo es importantísimo que tanto el gobierno como las organizaciones internacionales continúen apoyando sus esfuerzos. Solo así será posible asegurar la sostenibilidad de estos recursos vitales para la posteridad.