Un día sin carro: exitosa apuesta por la movilidad sostenible

Mujer pedaleando por una ciclovía urbana pintada de verde, con señalización vial de uso exclusivo para bicicletas, en una ciudad.

Desde hace más de dos décadas, Bogotá ha implementado el Día sin Carro como una estrategia para incentivar el uso de medios de transporte sostenibles y reducir la contaminación en la ciudad. En la jornada de 2024, se registraron 1.107.000 desplazamientos en bicicleta, con una participación femenina del 25%. Asimismo, el Sistema Integrado de Transporte Público movilizó a 4.216.846 pasajeros, lo que significó un aumento del 20,6% en comparación con un día laboral común. Estas cifras demuestran la creciente aceptación de alternativas de movilidad que favorecen el medioambiente y la salud de la población.

Más de dos décadas de historia

El Día sin Carro se implementó en Bogotá por primera vez en el año 2000 con el propósito de concientizar a la ciudadanía sobre la necesidad de reducir el uso de automóviles. Esta iniciativa busca mitigar el impacto ambiental generado por las emisiones contaminantes y promover alternativas de movilidad más sostenibles. En un contexto donde la crisis climática es cada vez más evidente, con fenómenos como incendios forestales que deterioran la calidad del aire y restricciones de agua que afectan a diversas zonas de la ciudad, esta medida cobra aún mayor relevancia. La reducción del uso de vehículos no solo mejora la calidad del aire, sino que también protege recursos esenciales como el agua y ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades respiratorias asociadas a la contaminación.

Crecimiento de la movilidad sostenible

Durante la jornada de 2024, el aumento en el uso de bicicletas y el transporte público reflejó una transformación en los hábitos de movilidad de los bogotanos. La cifra de más de un millón de recorridos en bicicleta destaca el papel de este medio de transporte como una opción viable y saludable. Además, el sistema de transporte público registró un aumento del 20,6% en su número de usuarios respecto a un día normal. A este cambio de comportamiento se suma la creciente popularidad de los vehículos eléctricos de movilidad personal, como lo demuestran las más de 18.000 patinetas eléctricas vendidas en 2022, según datos del marketplace Linio. Estas cifras evidencian que cada vez más personas están optando por alternativas de movilidad más limpias y eficientes.

Impacto en la calidad del aire y la salud pública

Para organizaciones ambientalistas como Greenpeace, esta medida es fundamental en la lucha contra la contaminación. Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas de Greenpeace Colombia, advierte que la contaminación ambiental está teniendo consecuencias cada vez más graves en la salud de la población. Explica que, en una ciudad con un tráfico denso como Bogotá, es crucial que las autoridades promuevan soluciones sostenibles que contribuyan a mejorar la calidad del aire. Factores como los constantes embotellamientos, las vías sin pavimentar que generan partículas nocivas y la antigüedad de muchos vehículos hacen que Bogotá se ubique entre las ciudades con mayores niveles de contaminación en América Latina.

La ambientalista también enfatiza que jornadas como el Día sin Carro permiten reflexionar sobre la fuerte dependencia que existe hacia los vehículos particulares. Considera que estos espacios son una oportunidad para fortalecer el uso del transporte público, la bicicleta y otras formas de movilidad activa. De esta manera, la reducción de la contaminación se convierte en un compromiso colectivo para garantizar un futuro más saludable y sostenible para todos.

Una iniciativa que trasciende el presente

El Día sin Carro no solo implica una pausa en la rutina habitual de la ciudad, sino que representa una oportunidad para repensar la manera en que las personas se desplazan y su impacto en el entorno. El éxito de esta jornada demuestra que la transición hacia un modelo de movilidad más sostenible es posible si se logra la cooperación entre la ciudadanía, las empresas y las autoridades gubernamentales.

Más allá de los beneficios inmediatos, como la reducción de emisiones contaminantes y la mejora en la calidad del aire, este tipo de iniciativas sientan las bases para un futuro en el que el respeto por el medioambiente y el bienestar de la población sean prioridades. La transformación hacia una movilidad sostenible es un reto que requiere compromiso, pero experiencias como esta muestran que el cambio es alcanzable cuando se unen esfuerzos para lograrlo.

Contactate con Ecoactivismo

Envianos tus comentarios y consultas