Más de 1500 investigadores se reúnen en Chile para evaluar el deshielo en la Antártida

Desde hace varios años, los científicos climáticos han enfocado su atención en los cambios que se están produciendo en los Polos de la Tierra. El calentamiento global está causando un retroceso alarmante de los hielos, especialmente en la Antártida, donde los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes. Recientemente, académicos e investigadores especializados en la región antártica se reunieron en el sur de Chile para participar en la 11ª conferencia del Comité Científico de Investigación Antártica, donde compartieron sus hallazgos más recientes sobre el vasto continente blanco.

Cambio acelera el deshielo de la Antártida

Los expertos que asistieron a la conferencia abordan diversas disciplinas, incluyendo geología, biología, glaciología y hasta artes. Todos ellos coincidieron en que la Antártida está experimentando cambios en su forma y estructura a un ritmo más rápido de lo anticipado. Armados con datos recopilados en estaciones meteorológicas y satélites durante los últimos 40 años, estos investigadores han documentado fenómenos climáticos extremos, tales como fuertes lluvias, intensas olas de calor y repentinos vientos secos que han provocado el derretimiento masivo de glaciares y condiciones climáticas peligrosas con repercusiones a nivel global.

¿Punto de inflexión en el derretimiento del hielo?

Los científicos se preguntan si estos eventos recientes indican que la Antártida ha alcanzado un punto de inflexión, lo que significaría una pérdida acelerada e irreversible de su hielo marino, especialmente en la capa de hielo de la Antártida occidental. Aunque este tipo de cambios han sido observados en el pasado, los modelos utilizados por el Panel de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU para proyectar el impacto del calentamiento global en la región no parecen captar completamente la magnitud de la situación actual. Liz Keller, especialista en paleoclima de la Universidad Victoria de Wellington en Nueva Zelanda, señala que existe incertidumbre respecto a si las observaciones actuales representan una caída temporal o un descenso sostenido del hielo marino. Según Keller, la velocidad del cambio es sin precedentes, lo que genera preocupación sobre la posible permanencia de esta tendencia.

Las capas de hielo

Los estudios han demostrado que las capas de hielo de la Antártida se asientan sobre un lecho rocoso y se extienden más allá de la costa, flotando sobre el océano. Investigaciones anteriores han revelado que el agua marina caliente está infiltrándose en la “zona de base”, donde el hielo y la tierra se encuentran. Alexander Bradley, autor de un reciente estudio en la revista Nature Geoscience, explica que esta filtración de agua caliente se está acelerando, lo que provoca el derretimiento del hielo desde abajo. El glaciar de Pine Island, que contribuye significativamente al aumento del nivel del mar, es uno de los más vulnerables, ya que su inclinación facilita la entrada de agua marina.

Bradley subraya la importancia de actualizar los modelos científicos para incorporar este fenómeno. Afirma que el cambio en las condiciones del hielo resalta la necesidad urgente de implementar acciones climáticas efectivas para evitar alcanzar estos puntos de inflexión. La preocupación radica en que un derretimiento acelerado puede llevar a un aumento del nivel del mar, especialmente en áreas donde la geografía terrestre, como valles y cavidades, permite la acumulación de agua marina bajo el hielo.

Derretimiento antártico

La NASA ha indicado que la capa de hielo de la Antártida tiene suficiente volumen para elevar el nivel medio del mar en hasta 58 metros. Esta cifra es alarmante, especialmente considerando que un tercio de la población mundial reside a menos de 100 metros sobre el nivel del mar. Mike Weber, paleoceanógrafo de la Universidad de Bonn, enfatiza que registros de sedimentos de hace 21,000 años muestran períodos previos de derretimiento acelerado. Según Weber, la pérdida de hielo ha ido en aumento en la última década, y ahora es crucial determinar si hemos entrado en una fase de pérdida que podría durar siglos. Él advierte que si este es el caso, será casi imposible revertir la tendencia.

Acción climática

Los científicos presentes en la conferencia coinciden en que es posible evitar escenarios catastróficos mediante la reducción drástica de las emisiones de combustibles fósiles, algo por lo que vienen reclamando las organizaciones ambientalistas del mundo, como Greenpeace Chile. Weber argumenta que el equilibrio entre el retroceso de los glaciares y la recuperación de la corteza terrestre podría mitigarse si el ritmo del cambio es lo suficientemente lento. Sin embargo, resalta que si las emisiones siguen altas, se enfrentará a una situación incontrolable.

Mathieu Casado, un destacado meteorólogo paleoclimático y polar, ha hecho avances significativos en la comprensión del cambio climático a través del análisis de isótopos de agua. Su trabajo ha permitido reconstruir patrones de temperatura que se remontan hasta 800,000 años. Según Casado, los datos recientes indican que el aumento de temperatura en los últimos 50 años no se puede explicar por la variabilidad natural, lo que evidencia el papel de la actividad industrial en la emisión de carbono.

Gino Casassa, director del Instituto Antártico Chileno, respalda las conclusiones de Casado, advirtiendo que, si las emisiones continúan al ritmo actual, se prevé un aumento del nivel del mar de hasta 4 metros para 2100. Él enfatiza que lo que ocurre en la Antártida tiene repercusiones globales, ya que los patrones climáticos y oceánicos están interconectados. La Antártida no debe ser vista solo como un aislado refrigerador de hielo, sino como un continente con un impacto significativo en el clima mundial.

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