Chile usa la Inteligencia Artificial para proteger su biodiversidad
La biodiversidad chilena es reconocida a nivel mundial por su riqueza y por contar con especies únicas en el planeta. Pero debido al aumento empeoramiento del cambio climático y a diversas actividades humanas como la deforestación o la caza ilegal, muchas de sus especies emblemáticas se encuentran actualmente en peligro de extinción.
En las últimas décadas, especies como el cóndor y el puma han ido viendo cómo sus hábitats se deterioran por la acción del hombre, poniendo en riesgo no solo su supervivencia, sino también el equilibrio de los ecosistemas que habitan. Ante este escenario, un grupo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) se unió a expertos alemanes del Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (IZW) y el Fraunhofer Institute for Integrated Circuits (IIS) con el objetivo de utilizar la tecnología para garantizar su conservación.
A través de un proyecto de vanguardia que utiliza inteligencia artificial (IA) para monitorear y proteger a estas especies, los científicos buscan crear un sistema de alerta temprana que permita identificar los riesgos que afectan a estos animales en tiempo real: desde incendios y enfermedades, hasta episodios de caza ilegal.
La Inteligencia Artificial puesta al servicio de la biodiversidad
El proyecto forma parte de la plataforma GAIA, que busca promover la conservación de la biodiversidad en el país. El sistema de alerta temprana contará con etiquetas inteligentes equipadas con cámaras y algoritmos de inteligencia artificial para monitorear el comportamiento de los animales en tiempo real y detectar las amenazas a los que puedan verse expuestos antes de que ocurran.
Gracias a la tecnología desarrollada por los expertos chilenos y alemanes se podrá determinar la aparición de depredadores humanos, incendios forestales o incluso cambios en los patrones de movimiento de los cóndores o pumas como consecuencia de la pérdida de sus hábitats. Esto no solo garantizará una respuesta más rápida ante las emergencias, sino que además brindará datos valiosos sobre cómo se comportan las especies.
Rocío Álvarez, una de las investigadoras del proyecto, remarca que se trata de una herramienta que permitirá entender mejor cuáles son las necesidades de estas especies y qué soluciones serán las más efectivas para garantizar su supervivencia. Miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Chile han destacado que esta iniciativa es una muestra de cómo la ciencia puede ser una aliada clave en la lucha por cuidar el planeta.
La importancia de los pumas y los cóndores para los ecosistemas andinos
Estas dos especies emblemáticas no solo son importantes por su asociación con la bandera chilena en todo el mundo, sino que además cumplen funciones cruciales para el equilibrio de los ecosistemas del país. El cóndor es el ave voladora más grande del mundo y desarrolla actividades claves como carroñero, eliminando restos de animales muertos y evitando que se propaguen enfermedades. Mientras que el puma es un depredador tope que regula las poblaciones de otras especies y mantiene el equilibrio en la cadena trófica.
Pero lamentablemente, la expansión de la frontera agropecuaria y la deforestación han ido reduciendo sus hábitats naturales. Además, la caza furtiva y el uso de venenos representan un peligro constante para ambas especies.
Pero Christoffer Löffler, uno de los investigadores de la PUCV, cree que el uso de la inteligencia artificial brindará las herramientas que hacen falta para proteger a estas especies. Las etiquetas inteligentes están diseñadas para funcionar en entornos alejados y de difícil acceso como las montañas andinas, donde es complicado llegar a pie.
Un ejemplo a seguir para la conservación futura
No hay dudas de que el uso de la inteligencia artificial para la conservación de los ecosistemas representa un cambio de paradigma. La combinación de tecnología de punta y ecología brinda una nueva esperanza de que es posible proteger la biodiversidad del planeta de manera eficiente y sostenible.
Pero más allá de su impacto en los ecosistemas chilenos, esta iniciativa tiene el potencial de convertirse en un modelo a seguir para otros países. Aquellas naciones que enfrentan problemáticas similares, como Brasil (por la enorme extensión del Amazonas) o Argentina (por la inaccesibilidad de la Antártida) podrían adoptar tecnologías similares para proteger sus propios ecosistemas.