¿Cómo hablar sobre el cambio climático con los más chicos?

En ocasiones, el cambio climático y sus consecuencias pueden resultar abrumadoras. Y si es así para los adultos, ¿qué queda para los más pequeños? Pero la crisis climática actual es un tema que debe comenzar a tratarse en los hogares y las escuelas si se quiere educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de cuidar el planeta. 

Sin embargo, expertos en la materia advierten que es necesario tener en cuenta que los “centennials” (los nacidos después del año 2000) han crecido en un planeta donde los problemas ambientales son el pan de cada día. Por lo tanto, es necesario establecer espacios de diálogo que ayuden a estos niños y niñas a comprender los que está sucediendo, a expresar sus preocupaciones y a participar en la creación de soluciones.

3 tips para hablar sobre el cambio climático con chicos y adolescentes

1 No avasallarlos con información

El cambio climático es un tema complejo incluso para los adultos. Por este motivo, los especialistas recomiendan no intentar explicarlo todo en una única conversación, sino utilizar las preguntas que puedan plantear los niños por su cuenta como oportunidades para desarrollar un diálogo continuo. Es decir, un ida y vuelta que les permita repreguntar siempre que lo sientan necesario. 

De este modo, cada nueva conversación puede generar nuevas preguntas. Asimismo, puede ser útil abordar cada temática de forma progresiva. Empezando, por ejemplo, por el reciclaje de residuos, para después avanzar hacia temas más complejos, como la conservación de especies o las energías renovables y sus beneficios para combatir el cambio climático. 

Este avance gradual permitirá que los niños asimilen la información de manera más fácil. Pero además, hará que se involucren poco a poco en prácticas ambientales y adquieran conocimientos sumamente necesarios para su vida futura.

2 Evitar los relatos apocalípticos

Luciana Peirone, una bióloga e influencer argentina experta en temas ambientales, destaca la importancia de evitar generar miedo al hablar de la crisis climática con los más jóvenes. Al fin y al cabo, no hay que olvidar que se trata de chicos, por lo que contarles las consecuencias negativas del cambio climático, sin brindarles soluciones, puede generarles mucha angustia y preocupaciones innecesarias sobre el futuro. 

En lugar de asustarlos, Peirone recomienda proponerles juegos que sirvan para fomentar su educación ambiental. Por ejemplo, leyéndoles cuentos sobre la convivencia con la naturaleza o participando en actividades ambientales como reciclado de materiales o huertas orgánicas.  

La influencer también recomienda apoyarse en medios audiovisuales como la serie creada por la organización ambientalista Greenpeace: Lina y los amigos del arcoíris. Esta historia protagonizada por Lina, una niña de nueve años, presenta de forma divertida los problemas ambientales más comunes y busca inspirar a las nuevas generaciones a través de ejemplos positivos. 

3 Generar un vínculo cercano con la naturaleza

Los niños aprenden y copian lo que hacen los adultos que los cuidan. Diversos estudios psicológicos demuestran que los lazos que se establecen durante la infancia con los animales o la naturaleza en su conjunto pueden moldear el comportamiento ambiental en la vida adulta. Y para lograr un vínculo armonioso con el planeta, es necesario que el círculo cercano de los chicos demuestra con el ejemplo.

Si se quiere promover la conciencia ambiental en los más pequeños, es fundamental fomentar el contacto habitual con espacios verdes. Estar de forma constante en entornos naturales no solo permitirá que aprecien mejor su belleza, sino que ayudará a crear una relación duradera, despertando en ellos la sensibilidad hacia el planeta. 

Los beneficios para la salud de los chicos del contacto con la naturaleza

De acuerdo con psicólogos y sociólogos, introducir actividades que conecten a los niños con el medioambiente puede contribuir a combatir el sedentarismo en la infancia, un fenómeno muy común en la actualidad asociado a la obesidad y el sobrepeso. Pero la conexión con la naturaleza no solo trae beneficios físicos, sino que además puede influir en la salud mental de los más pequeños ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.

Por otro lado, exponer a los chicos a entornos naturales y actividades al aire libre puede marcar una diferencia en su desarrollo cognitivo, ya que fomenta un pensamiento más profundo, despierta interrogantes y estimula la reflexión. En definitiva, existen múltiples beneficios de que los chicos interactúen desde temprana edad con el medioambiente, no solo para ellos, sino también para el planeta.  

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