Se multiplicó por cuatro el área de bosques patagónicos afectada por incendios forestales


La extensión de los bosques de la región andino-patagónica que sufrió incendios forestales entre octubre de 2024 y marzo de 2025 alcanzó las 31.722 hectáreas, lo que representa un aumento de cuatro veces en comparación con la temporada anterior, donde se afectaron 7.747 hectáreas entre octubre de 2023 y marzo de 2024. Esta información proviene de un informe reciente de Greenpeace, que también señala el contexto de recortes en la financiación de las políticas de manejo del fuego por parte del gobierno federal, así como la urgente necesidad de enfocarse en la prevención. La organización destaca que “los incendios forestales de 2024-2025 fueron los más destructivos de los últimos 30 años en la región, dados su gran tamaño e impacto”.
En Neuquén, se registraron pérdidas de 11.782 hectáreas, mientras que Río Negro sufrió una afectación de 10.218 hectáreas y Chubut, de 9.722. El estudio resalta los incendios en los parques nacionales Lanín, Nahuel Huapi y Los Alerces, donde se devastaron grandes áreas de bosques protegidos, en excelente estado de conservación, además de los ocurridos en Mallín Ahogado (Río Negro) y Epuyén (Chubut), que causaron daños a muchas casas y dejaron un fallecido.
El informe de Greenpeace enfatiza que, de acuerdo a datos oficiales, entre 2001 y 2023 se perdieron 115.140 hectáreas de bosque nativo en la Patagonia, 56 por ciento en Chubut.
Este incremento en los incendios es resultado de la negligencia humana en un contexto de crisis climática. Además, critican las políticas de manejo del fuego que han sido mal financiadas y los presupuestos que no se han ejecutado adecuadamente. La organización advierte que “la destrucción de bosques conlleva más cambio climático, extinción de especies, inundaciones, desertificación, desalojos de comunidades agrícolas e indígenas, enfermedades y la pérdida de alimentos, madera y medicinas”.
Es esencial, según ellos, que se trabaje más en la prevención e incrementar significativamente el número de brigadistas y la infraestructura para combatir el fuego de manera temprana, tanto a nivel provincial como federal. Subrayan la importancia de implementar un plan para erradicar los pinos exóticos y sugieren la necesidad de sancionar la destrucción de bosques nativos.
Los bosques andino-patagónicos ocupan 3.000.000 hectáreas, de acuerdo al inventario nacional de bosques. “Es un área muy valiosa por su biodiversidad y, entre los ecosistemas en Argentina, es uno de los mejor conservados,” comenta Hernán Giardini, quien coordina la campaña de Bosques en Greenpeace.
Durante este verano, las imágenes de incendios afectando áreas pobladas se hicieron más frecuentes en los medios. “Estos incendios continuarán y se complicarán cada vez más, por lo que es necesario implementar una política de Estado clara con un financiamiento adecuado,” observa Javier Grosfeld, biólogo del Conicet que participó en el informe.
El investigador menciona a Bariloche como un ejemplo, donde las casas están ubicadas junto a plantaciones de pinos que han sido abandonadas. La escasa supervisión de estos bosques artificiales que son muy inflamables incrementa la posibilidad de un gran incendio en áreas con población. Se estima que en la Patagonia hay entre 2.000 y 3.000 áreas de pinos que han quedado sin cuidado.
Para realizar el estudio, Greenpeace revisó imágenes satelitales en colaboración con el Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (IFEVA) de la Universidad de Buenos Aires. También se tuvo en cuenta la información recolectada en el lugar durante los incendios en la Patagonia. Igualmente, se analizaron los mapas de planificación territorial de bosques nativos en las diferentes provincias. Sin embargo, no se consideró el avance del fuego en sectores que han sido recientemente afectados. Asimismo, los incendios que abarcan menos de diez hectáreas no se contabilizaron, por lo que no se registraron quemas en Santa Cruz y Tierra del Fuego.