Greenpeace denunció que los vertidos radiactivos de Fukushima van en contra de la ciencia
Greenpeace cuestionó la decisión del gobierno japonés de verter agua tratada de la planta nuclear de Fukushima al océano Pacífico.
La decisión del gobierno japonés de liberar al océano agua que contiene sustancias radiactivas, como parte del proceso de desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima, ha desatado una ola de preocupaciones y protestas a nivel nacional e internacional. Greenpeace y otros grupos ambientalistas han denunciado esta medida como una violación de los derechos humanos de las comunidades en Japón y la región del Pacífico, así como una infracción al derecho marítimo internacional. Veamos los detalles y las implicaciones de esta polémica acción.
La decisión gubernamental
El gobierno japonés, respaldado por Tokyo Electric Power (TEPCO), la empresa propietaria de la central nuclear de Fukushima, anunció que ha evaluado la seguridad del vertido de agua radiactiva y ha decidido proceder con el mismo. El primer ministro nipón, Fumio Kishida, defendió la medida después de consultar con los ministerios involucrados en la gestión del desastre nuclear.
Protestas de Greenpeace y otras voces críticas
Greenpeace emitió un comunicado en el que expresaba su profunda decepción e indignación ante la decisión del gobierno japonés. La organización argumenta que esta acción viola los derechos de los pescadores, los ciudadanos, los residentes de Fukushima y la comunidad internacional. También critica el sistema de limpieza del agua contaminada (conocido como ALPS) como un “fallo” y un “mito”, y exige un debate honesto sobre la cuestión.
La composición del agua a verter
El agua que se planea verter al océano es el resultado del proceso de enfriamiento de los reactores dañados y el combustible fundido tras el desastre nuclear de 2011, así como de filtraciones de agua de lluvia en las instalaciones durante más de diez años. Esta agua ha sido sometida a un procesamiento exhaustivo para eliminar la mayoría de los elementos radiactivos, pero los tanques de almacenamiento físico están llegando a su límite.
Opiniones contrapuestas
Mientras Greenpeace y otras organizaciones ambientales critican la medida, algunos expertos nucleares la consideran la “menos mala” de las opciones disponibles. Un informe independiente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) respalda la seguridad de la medida. Sin embargo, la comunidad pesquera en Fukushima, ya afectada por la crisis nuclear, se opone firmemente a la iniciativa debido a sus posibles repercusiones en la reputación de las capturas de la zona.
Reacción internacional
La decisión de Japón de verter agua radiactiva al océano ha suscitado preocupación en países vecinos como China y Hong Kong. China ha expresado su inquietud por la seguridad alimentaria y la salud pública, prometiendo tomar medidas para salvaguardar el ambiente marino y la seguridad alimentaria. El líder de Hong Kong también ha activado medidas de control de importaciones para proteger la seguridad alimentaria y la salud pública en la región.
La controversia en torno al vertido de agua radiactiva de Fukushima pone de manifiesto la complejidad de los desafíos ambientales y nucleares. A medida que Japón avanza en su proceso de desmantelamiento de la central nuclear, la preocupación por los impactos en la salud pública, la seguridad alimentaria y el medio ambiente sigue siendo un tema candente. La decisión japonesa también plantea preguntas sobre la responsabilidad internacional en cuestiones nucleares y ambientales que requieren una atención continua y un debate transparente.