Contaminación: un desafío global del siglo XXI
Desde hace años, el mundo se vio envuelto en una problemática ambiental que trajo consigo un sinfín de estragos que afectan la vida de los seres vivos: la contaminación.
Son miles los productos al alcance de todos que liberan sustancias nocivas para la salud, las cuales corrompen al entorno natural en el que habitamos. Este fenómeno afecta el equilibrio del mismo, convirtiéndolo en un espacio peligroso para vivir.
El medio ambiente y sus ecosistemas sufren directamente los efectos negativos, ya que esto genera un impacto desfavorable en el estado natural de la vida en la Tierra.
Las causas dependen de varios factores que varían según el ecosistema afectado. No obstante, vale señalar que este tipo de sustancias químicas se encuentran en alimentos, dispositivos tecnológicos, cosméticos y otros elementos de la vida cotidiana.
Los estragos que sufre la naturaleza por el mal uso de los recursos
Las consecuencias que producen se ven a diario con la contaminación atmosférica potenciada por las emisiones de las industrias, las cuales son responsables de enfermedades respiratorias que atentan contra la vida de las personas.
Al mismo tiempo, se utilizan desproporcionadamente los recursos naturales y gestionan de forma inadecuada los residuos, como el desecho de plásticos, los cuales se incrementaron de manera dramática en los últimos años y actuaron negativamente en la vida marina.
En este sentido, y si bien son muchas las sustancias que repercuten en la salud humana, miles de especies de animales y plantas también vieron alterados sus hábitats por los efectos de la contaminación.
El agua: una de las mayores fuentes naturales que se ven afectadas por la contaminación
Entre los principales contaminantes del agua se encuentran los vertidos de aguas negras, a través de los fluidos cloacales e industriales. Vale destacar que, en la actualidad, más del 80% de las aguas residuales llegan a los mares y océanos sin depurar.
También se destacan los derrames de petróleo, que provienen de perforaciones petroleras y productos fitosanitarios que se usan para rociar los campos y luego son absorbidos por la tierra, alcanzando las zonas subterráneas.
En la lista de ejemplos también se ubica la deforestación y el aumento de temperatura, que provoca una disminución del oxígeno del agua y altera toda su composición, entre otros.
De igual modo, los fosfatos y una mala depuración de desechos en algunas regiones del mundo son otros de los principales contaminantes que convierten el agua en un recurso peligroso para los seres vivos.
¿Por qué la emergencia climática está agravando este problema de forma considerable?
El aumento de las emisiones de CO₂ a la atmósfera generan un aumento de la temperatura global que repercute en los océanos, lo que convierte mares y ríos en lugares inhabitables para las especies marinas.
Ante este escenario desfavorable, organizaciones como Greenpeace -fundada en 1971-, se propusieron luchar por un futuro sostenible y defender la biodiversidad.
En este sentido, juegan un papel destacado e importante en la lucha contra los efectos de la contaminación, debido a que abordan el tema desde un sinfín de aspectos esenciales a través de estrategias destinadas a generar y difundir información esencial como parte de las campañas sobre las medidas que se pueden tomar para lograr un cambio fundamental.
Entre los enfoques principales se encuentra el énfasis en concientizar al público sobre los peligros de atentar contra la naturaleza y qué medidas pueden tomar para reducir el impacto de prácticas nocivas para el ambiente.
Además, motivan a realizar políticas públicas para que los Gobiernos puedan adoptarlas y promoverlas.
Una ayuda fundamental para el cambio positivo en la naturaleza
Tales fundaciones que abogan en post de la salud del medioambiente dejan en manifiesto que es necesario brindar incentivos no solamente desde el lado individual, sino también desde lo institucional.
A pesar de que se centran férreamente en crear conciencia, también utilizan métodos pacíficos para aumentar la visibilidad y presionar a los principales responsables de la contaminación para que actúen de forma adecuada.
Todos estos esfuerzos se reflejan en los resultados: lograron prohibir varios productos químicos a lo largo de los años y demostraron que este tipo de acción colectiva, con esmero y esfuerzo, pueden crear cambios positivos reales.