En un mundo donde las amenazas ambientales son moneda corriente, hacer un repaso de las victorias, por más pequeñas que puedan parecer, es una forma de renovar las esperanzas de quienes luchan por la preservación del planeta. Durante los últimos meses del 2023, se han podido lograr grandes hitos que ponen de manifiesto la capacidad que la humanidad aún posee para revertir el daño ambiental y garantizar un futuro mejor.
Las grandes victorias ambientales de 2023
1) México le pone un alto a la minería submarina
A fines de noviembre, más de 60 mil mexicanos respaldaron la firma de una moratoria que frena la minería en aguas profundas. Todo comenzó con una protesta pacífica llevada a cabo por activistas de la organización ambientalista Greenpeace en la Bahía de Manzanillo.
Allí, los manifestantes denunciaron la presión ejercida por las compañías dueñas del buque minero Hidden Gem para explorar la Zona Clarión-Clipperton, ubicada entre México y Hawaii. Esta acción ciudadana no solo marca un hito en la protección de los ecosistemas marinos, sino que ejemplifica cómo la movilización de la población puede influir directamente en las decisiones gubernamentales.
La Convención sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) establece la necesidad de proteger el medio marino, y la moratoria es una herramienta política que permitirá cumplir con estas obligaciones. Pero esta victoria no solo protege las aguas mexicanas, sino que además sienta un precedente que podrá ser utilizado a futuro para defender otros hábitats marinos vulnerables del planeta.
2) Corea firma el Tratado Global de los Océanos
En el mes de octubre, Corea se convirtió en el país número 83 en respaldar el Tratado Global de los Océanos. De esta forma, el país asiático sumó su voz para apoyar la creación de santuarios oceánicos donde no se puedan llevar a cabo actividades humanas destructivas como la minería submarina o la pesca industrial.
Este acuerdo es el resultado de un esfuerzo global para proteger el 30% de los océanos del mundo antes del año 2030. De acuerdo con lo establecido en el Acuerdo sobre la Diversidad Biológica, la creación de santuarios oceánicos es de vital importancia para resguardar la biodiversidad marina. Pero además, la adhesión de Corea a este tratado que busca proteger los océanos, será de gran ayuda para continuar con la lucha contra el cambio climático.
3) Greenpeace Brasil se convierte en “amigo de la corte”
En lenguaje simple, la expresión “Amicus curiae” o “Amigo de la corte” se usa para denominar a quien no cumple un rol directo en un caso legal, pero que ofrece información o argumentos al tribunal porque tiene un interés en el resultado del caso, o por que cuenta con conocimientos especializados sobre el tema a tratar.
La admisión de Greenpeace Brasil como “amigo de la Corte” por parte del Tribunal Supremo de Brasil (en la causa conocida como ADPF 1056) es una verdadera victoria contra la deforestación y el uso ilegal de la tierra en la Amazonia. La Ley nº 6.739/1979, que Greenpeace busca proteger, es un instrumento crucial para combatir el acaparamiento de tierras en uno de los ecosistemas más importantes para la vida en el planeta.
Ante el riesgo latente de que esta ley perdiera vigencia, debido a una demanda presentada por la Confederación Brasileña de Agricultura, la labor de organizaciones ecologistas y de la población brasileña ha resultado fundamental para mantener y fortalecer las leyes ambientales existentes.
4) Hong Kong combate los plásticos de un solo uso
La decisión de Hong Kong de prohibir los cubiertos de plástico descartables es otro gran ejemplo de cómo las acciones de cada país pueden tener un impacto positivo en la reducción de residuos plásticos a nivel mundial. El nivel de contaminación plástica en los océanos del mundo está afectando la vida marina y amenazando la salud humana.
Esta medida tomada por el gobierno de Hong Kong demuestra cómo las ciudades pueden demostrar su liderazgo para un mundo más ecológico, fomentando la adopción de prácticas más sostenibles en la vida cotidiana de sus ciudadanos.
Si bien es importante repasar y celebrar estas victorias ambientales, su existencia no debe ser un motivo para “dormirse en los laureles”. La lucha para un futuro más sostenible a nivel mundial debe ser un trabajo diario, donde la acción ciudadana, la defensa de leyes ambientales sólidas y la promulgación de nuevas medidas que permitan enfrentar los desafíos ambientales sean moneda corriente.
