10 cosas sencillas que puedes hacer desde tu casa para proteger los insectos


El declive de los insectos nos afecta a todos. Aunque no siempre los veamos, cumplen roles fundamentales que sostienen la vida en la Tierra: polinizan cultivos, controlan plagas, reciclan nutrientes y alimentan aves y mamíferos. Hoy, cada vez más informes advierten que sus poblaciones se desploman, incluso dentro de áreas protegidas. Frenar esta caída requiere cambios urgentes, pero también puede iniciarse con pasos sencillos desde cada casa. Aquí compartimos diez acciones para protegerlos, inspiradas en una selección realizada por The Guardian y respaldadas por ONG y organizaciones ambientales.
Apagar luces por la noche
Las luces exteriores pueden atraer insectos nocturnos como las polillas, que terminan atrapadas, desorientadas o muertas. Científicos confirmaron que una tercera parte de esos insectos no sobrevive hasta el amanecer. Brett Seymoure, experto de la Universidad de Washington en St. Louis, explicó a The Guardian que la contaminación lumínica altera la conducta de estos seres y hasta altera la textura de las hojas. Por eso, conviene apagar luces externas no esenciales, instalar sensores de movimiento o filtros que atenúen su intensidad.
Cultivar plantas propias de la región
Douglas Tallamy, entomólogo de la Universidad de Delaware, destaca que insectos y plantas locales evolucionaron juntos. Muchas abejas solo visitan flores específicas. Por eso, sembrar especies autóctonas en jardines o macetas facilita que encuentren néctar y refugio. En cambio, las plantas ornamentales foráneas suelen ser inútiles para la fauna local.

Preparar compost casero
Un compost casero, incluso en invierno, mantiene un ambiente cálido donde insectos útiles pueden vivir y prosperar. Además, al mejorar la calidad del suelo, incentiva la presencia de más insectos y promueve jardines saludables. Si no puedes armar uno en casa, puedes llevar residuos a puntos comunitarios de compostaje.
Ofrecer agua segura
La sequía, cada vez más frecuente por el cambio climático, es una amenaza para insectos como las abejas. Un recipiente con agua y piedras, donde puedan beber sin ahogarse, puede salvar vidas. Las autoridades sanitarias alertan sobre el peligro de mosquitos transmisores de enfermedades: para evitarlo, se debe vaciar y renovar el agua con frecuencia.
Dejar las hojas donde caen
Al evitar rastrillar las hojas secas se respeta el hábitat de insectos que viven en el suelo. Según estudios, retirar hojas reduce un 45 % las poblaciones de polillas y mariposas, un 24 % las de escarabajos y hasta un 67 % las arañas. Preservarlas favorece la biodiversidad del jardín y su entorno.

Modificar el corte del césped
Permitir que el pasto crezca un poco más o reducir la frecuencia de corte genera un ambiente más diverso, ideal para abejas, mariposas y otros invertebrados. En Inglaterra, la campaña “No cortes el césped en mayo” logró buenos resultados. Y podría replicarse todo el año: un césped libre o más alto brinda refugio natural a muchas criaturas.
Incorporar piedras o gravilla
Entre el 64 y el 83 % de las especies de abejas construyen nidos en el suelo. Pruebas realizadas en Australia demostraron que agregar piedras o grava al terreno fomenta su anidación. Si tienes un espacio al aire libre, incluir algunos de estos materiales puede hacer una gran diferencia. Consultar con grupos de conservación puede ayudarte a implementar soluciones para tu zona.
No remover ramas ni troncos muertos
El material vegetal en descomposición es insumo esencial para insectos que, a su vez, devuelven nutrientes al suelo. Si se retiran troncos o ramas rotas, se elimina la base de vida para polinizadores, descomponedores y otras especies secundarias. Permitir que esos elementos se degraden de forma natural ayuda a regenerar el equilibrio del ecosistema.
Generar áreas sombreadas
Los insectos regulan sus ciclos en función de la temperatura. La aceleración del cambio climático rompe ese ritmo y afecta sus procesos vitales. Crear sombra con pérgolas, arbustos o estructuras livianas ayuda a mantener ambientes estables donde puedan refugiarse durante las olas de calor.
Construir un cantero elevado para mariposas
Los canteros elevados son estructuras que, combinadas con plantas hospedadoras, brindan microclimas útiles para las mariposas. Proporcionan sombra variable y temperaturas que facilitan su descanso y reproducción. Se están instalando en reservas y granjas para apoyar la supervivencia de estas especies frente a climas cambiantes.
El mundo no es viable sin insectos
Proteger insectos no es una cuestión menor: es recuperar los cimientos que sostienen ecosistemas enteros y nuestra propia vida. Cada una de estas diez medidas funciona como una palanca sencilla desde el hogar, el barrio o la comunidad. Greenpeace Colombia, entre otras organizaciones, impulsa acciones más amplias—como la promoción de tratados internacionales para reducir plásticos o la creación de áreas marinas protegidas—y al mismo tiempo resalta que el cambio verdadero empieza con lo que podemos hacer aquí y ahora. Al iluminar menos, cultivar nativas o dejar hojas para que sigan su ciclo, estamos reconstruyendo espacios saludables donde los insectos pueden florecer. Y si ellos prosperan, garantizamos un entorno más balanceado y resiliente para todos.