La educación ambiental es un factor fundamental para la conservación del planeta y sus ecosistemas. Tal es así, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) incluyó a la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) entre las medidas que los países firmantes del Acuerdo de París deberían adoptar para combatir el cambio climático.
Recientemente, la UNESCO destacó la importancia de una iniciativa de educación ambiental que se viene realizando desde hace casi 2 años en las costas de Viña del Mar. Esta propuesta, que cuenta con la colaboración de la Secretaría Regional Ministerial (SEREMI) de Medioambiente y de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Chile o la ONG Momentum, busca preservar la biodiversidad de los humedales de la costa del país.
Conocido como “Creando vínculos para la restauración de los humedales”, este proyecto organiza excursiones a los humedales de Valparaíso para clases de estudiantes de entre 8 y 17 años. Durante estas visitas, se llevan a cabo actividades que permiten a los alumnos conocer a fondo los problemas ambientales que enfrenta la región y pensar alternativas sostenibles para proteger a estos ecosistemas tan importantes.
La importancia de la educación ambiental para el futuro de los humedales de Chile
El programa “Creando vínculos para la restauración de los humedales” brinda a los jóvenes chilenos herramientas para sumergirse de lleno en los ecosistemas locales. De este modo, no solo puede identificar las razones detrás del deterioro ecológico que padece Chile, sino también fortalecer su compromiso con el cuidado del medioambiente.
A través de prácticas como la creación de huertos, campañas de reforestación con especies nativas y la redacción de cartas a las autoridades locales, los chicos pueden contribuir de manera activa en la protección de los ecosistemas. Además, son capaces de ver los resultados inmediatos de su participación en las comunidades locales.
Llevando la educación ambiental a las escuelas
Mediante esta novedosa iniciativa, muchas escuelas de la región han podido adaptar sus métodos de enseñanza para centrarse en el cuidado del medioambiente. Sin ir más lejos, la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible son temáticas que hoy en día han comenzado a formar parte de los planes de estudio de los colegios de todo el país.
Los maestros y profesores de secundaria juegan un rol fundamental en la transformación de la educación nacional con respecto al cuidado ambiental. Es necesario que impulsen a sus alumnos a expresar sus preocupaciones con respecto a las problemáticas que atraviesa el mundo actualmente y que los inviten a participar de aquellas actividades que puedan generar un cambio. De este modo, se estarán creando nuevas generaciones de ciudadanos comprometidos con la preservación del planeta.
Una responsabilidad nacional y mundial
Este proyecto viñamarino está alineado con la Estrategia de Desarrollo y Empoderamiento Climático de Chile, parte de la Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP), diseñado para alcanzar la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero en el país antes del año 2050. Pero además, contribuye a la agenda de Educación 2030 de la UNESCO.
La UNESCO insta a sus Estados Miembros a implementar iniciativas nacionales que integren la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) en todos los niveles educativos antes de 2030. El principal objetivo de la EDS es fomentar políticas que contribuyan a transformar los entornos educativos y a empoderar a los jóvenes para acelerar el progreso hacia un futuro más sostenible.
Sin dudas el programa “Creando vínculos para la restauración de los humedales” es un gran ejemplo de cómo la colaboración entre el gobierno, las comunidades y los organismos internacionales puede hacer la diferencia y arrojar una luz de esperanza para el futuro ambiental de Chile y el mundo.
