Alok Shukla, a sus 43 años, ha sido galardonado con el premio Goldman, conocido como el Nobel del medio ambiente, por su destacada lucha contra la industria del carbón para proteger un valioso bosque en India. Su compromiso con la preservación del bosque de Hasdeo Aranya ha sido ejemplar y ha inspirado a comunidades y ambientalistas alrededor del mundo, un hecho que destacaron diversas organizaciones ambientalistas, como Greenpeace.
El encuentro con el bosque de Chhattisgarh
Alok Shukla quedó impresionado desde el primer momento en que vio el bosque central de India, conocido como el pulmón de Chhattisgarh. Este lugar es hogar de miles de tribus y refugio para especies de plantas raras y animales en peligro de extinción. Shukla se propuso desde entonces dedicar su vida a detener a las compañías que buscaban extraer el carbón del suelo del bosque, enfrentándose a un desafío monumental.
La amenaza del carbón en Hasdeo Aranya
En 2012, el bosque de Hasdeo Aranya, que abarca 1,017 kilómetros cuadrados ricos en biodiversidad, estaba bajo la amenaza de la explotación del carbón. India, siendo el segundo mayor consumidor de carbón del mundo, valoraba enormemente estos depósitos. Sin embargo, para las comunidades locales conocidas como los Adivasi, y para la fauna que habita el bosque, su valor era incalculable. Aunque las autoridades locales reconocieron la importancia del bosque como zona de reserva, las áreas con bloques de carbón fueron subastadas a multinacionales, incluyendo a la poderosa Adani.
Organización y resistencia
Alok comprendió que las comunidades locales perderían su hogar a menos que se unieran en su lucha contra las mineras. Formó el Comité de Resistencia para Salvar Hasdeo Aranya, que sensibilizó a la gente sobre sus derechos y regulaciones locales, y coordinó esfuerzos para enfrentar a las compañías de manera efectiva. En 2020, cuando se propuso la apertura de nuevas minas, la resistencia comunitaria logró cerrar tres minas y declaró una amplia zona como reserva natural para elefantes.
Batallas legales y activismo comunitario para frenar al carbón
El gobierno central intentó continuar con los planes de otorgar 21 sectores de minas de carbón, lo que llevó a Alok y a la comunidad a intensificar su activismo. Utilizaron campañas en internet, marchas y abrazos de árboles para detener la cesión de las minas. La lucha de 12 años, que requirió una gran determinación y esfuerzos organizativos, finalmente resultó en la cancelación de los permisos para las minas.
Reconocimiento y futuro
La batalla no ha terminado. Alok Shukla reconoce que aún hay tierras por rehabilitar y árboles que proteger. Sin embargo, el premio Goldman ha sido un reconocimiento a su esfuerzo incansable y espera que inspire a otros movimientos centrados en la conservación de los bosques en todo el mundo. Para Alok, cada árbol en Hasdeo Aranya es invaluable y su compromiso es proteger cada uno de ellos.
