Un 90% de los argentinos teme la llegada del colapso ambiental

De acuerdo con una encuesta realizada recientemente por la consultora “Sentimientos Públicos”, un 90% de los argentinos tiene temor de padecer un colapso ambiental. Este número no solo demuestra la importancia de la problemática ambiental para los ciudadanos del país, sino que refleja su interés en que el gobierno tome medidas urgentes para proteger al medioambiente. 

La propagación que tuvo el dengue en los últimos meses es una más de las consecuencias que el calentamiento global ha provocado en América del Sur. Las olas de calor, el aumento de las lluvias y la humedad propiciaron un empeoramiento de la condición epidemiológica de esta enfermedad y sirvieron de alerta a una sociedad argentina ya preocupada por la crisis ambiental. 

Quienes más inquietud demostraron con respecto a un inminente colapso del medioambiente fueron las personas más jóvenes. Pero a diferencia de lo que podría creerse, los adultos mayores también expresaron sentir ansiedad por el planeta que les están dejando a sus nietos. Mientras tanto, las mujeres se pronunciaron más a interesadas que los hombres por aquellas medidas necesarias para contrarrestar los efectos del cambio climático. 

No existe una brecha etaria cuando se trata del colapso ambiental 

Una de las preguntas destacadas de la encuesta tenía que ver con cómo las personas consideran que la crisis ambiental afectará a las futuras generaciones. Cerca de un 86% de los argentinos creen que pondrá en riesgo su supervivencia y modos de vida. Lo impactante es que se trata de una preocupación que atraviesa a varias generaciones. ¿Los más preocupados? Los menores de 29 y los mayores de 59 años. 

Para un 75 % de los más jóvenes (personas de entre 16 y 28 años), el colapso ambiental es un fenómeno que sucederá durante sus propios ciclos de vida y con lo que se verán obligados a lidiar. Otro dato curioso es que, entre las mujeres (más del 50%), la creencia de que sus efectos comenzarán a manifestarse antes de los próximos 10 años es mayor que entre los varones. 

Menores ingresos, mayor conciencia ambiental

No quedan dudas de que la percepción pesimista sobre el futuro ambiental es resultado de vivir en carne propia las consecuencias del cambio climático. Las sequías, los incendios forestales, las inundaciones y las olas de calor afectan en mayor medida a aquellas personas de menores recursos. Esto se refleja en sus niveles de preocupación por la crisis climática. 

Los sectores de ingresos más bajos son más propensos a creer en la inminencia del colapso, mientras que muchas personas de clase social alta tienden a ser negacionistas, ya sea porque obtienen sus ingresos de actividades que perjudican al medioambiente, o porque consideran que los avances tecnológicos podrán contrarrestar los impactos del cambio climático. 
¿Puede haber desarrollo industrial sin destruir el medioambiente? 
Como en todo el mundo, en Argentina existe una lucha entre quienes pretenden proteger al medioambiente y aquellos a los que solo les interesa el desarrollo de industrias que lo destruyen, como la agrícola, la ganadera, la minera, la forestal y la petrolera. Desde hace años, organizaciones ambientalistas como Greenpeace o el Fondo Mundial para la Naturaleza, vienen abogando por medidas que promuevan prácticas sostenibles en cada uno de estos rubros. 
Entre los ciudadanos que participaron de la encuesta, un 43.7% ve una contradicción entre el desarrollo industrial y el cuidado ambiental. Mientras que un 38.6% no cree que uno vaya en detrimento del otro. Este debate refleja las preocupaciones de la clase media argentina, que tiende una mayor tendencia a ver al cuidado ambiental como un obstáculo para el desarrollo industrial y económico del país.  
Quienes defienden el “progreso” industrial argumentan que el crecimiento económico es esencial para mejorar las condiciones de vida de la población y reducir la pobreza. En pos del desarrollo, defienden la derogación de leyes ambientales vitales para proteger los recursos naturales del país, como la Ley de Bosques o la Ley de Glaciares. 
Granitos de arena… que no son suficientes
Los defensores del medioambiente consideran que la protección de los ecosistemas argentinos es fundamental para garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo. Más de un 70% de los encuestados sostiene que hace su aporte al cuidado ambiental mediante la incorporación de costumbres cotidianas sostenibles, como la separación de materiales reciclables en sus hogares.

Y si bien estas acciones son importantes y reflejan el compromiso de los individuos con la protección ambiental, no son suficientes para generar un cambio real. Es por eso que la sociedad demanda políticas gubernamentales que promuevan la inversión en energías renovables, como la solar o la eólica, y acciones que castiguen aquellas prácticas perjudiciales para el medioambiente.

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