¿Qué es el turismo responsable? 

Dos personas con trajes blancos pintan de verde un avión comercial de la aerolínea Air France, cubriendo parte del fuselaje en una pista de aeropuerto.

La industria turística ha crecido a pasos agigantados en los últimos años, y el turismo responsable surge como una alternativa que permite reducir la huella ambiental de los viajeros y proteger cada destino que se visita. Y es que, aunque el turismo es una industria sin fábricas, también deja una marca sobre el planeta: desde el uso excesivo de los recursos, hasta la contaminación por los diferentes medios de transporte. 

Sin embargo, una correcta planificación de los viajes podría ayudar a marcar la diferencia. Por ejemplo, eligiendo destinos o medios de transporte que generen menos emisiones de gases de efecto invernadero, como los trenes o autobuses en lugar de los aviones (siempre que sea posible). Y cuando viajar en avión se haga imprescindible, se puede optar por aerolíneas que implementen medidas para minimizar su impacto ambiental. 

Además, una vez en el destino elegido, es importante utilizar el transporte público, bicicletas o caminatas para movilizarse sin aumentar la huella ambiental. Esto además permite una experiencia más cercana y auténtica del entorno que se recorre. Y para aquellos trayectos más largos, se recomienda compartir vehículos para hacer una diferencia.

La importancia de los alojamientos para el turismo responsable

Cada vez es más común que los hoteles y hospedajes adopten políticas sustentables con el objetivo de reducir su impacto ambiental. Por este motivo, cuando se elige un alojamiento, es recomendable optar por establecimientos que cuiden el consumo de agua y energía, reduzcan la producción de residuos y promuevan prácticas sostenibles. 

Muchos alojamientos locales, como hostales, albergues, campings o pequeños hoteles familiares, suelen tener políticas más amigables con el medioambiente que las grandes cadenas internacionales, que suelen alterar los ecosistemas naturales. Pero hospedarse en estos espacios no solo es bueno para el medioambiente, sino que además es una gran oportunidad para conocer más de cerca la cultura y contribuir directamente a la economía local.

Donde fueres, haz el bien

El turismo convencional está diseñado para generar beneficios económicos en las grandes corporaciones, por lo general, en detrimento de las comunidades locales. Por eso, para fomentar un turismo más justo y equitativo, es clave contratar agencias que respeten el entorno y a las personas que lo habitan. 

Por otro lado es importante consumir en mercados, ferias y comercios locales para que el dinero se redistribuya dentro de la comunidad y se promueva un desarrollo más sostenible. Por el contrario, los grandes resorts y las cadenas hoteleras suelen desplazar a los habitantes locales y explotar sus recursos naturales sin pensar en el futuro de la región, además de generar desigualdad en cada territorio que ocupan. 

Vacaciones libres de plástico

Organizaciones ambientalistas como Greenpeace Argentina recomiendan llevar botellas reutilizables durante las vacaciones para evitar contaminar el lugar adonde se viaja. Lo mismo puede hacerse con bolsas de tela para transportar objetos y minimizar el uso de plásticos desechables. Además, es importante elegir aquellos productos locales que contienen menor cantidad de empaques y elegir opciones biodegradables. 

Otro dato a tener en cuenta es la contaminación que pueden llegar a producir los souvenirs, en especial aquellos que implican la explotación de los recursos naturales o el daño de especies autóctonas, como conchas marinas, corales o piedras extraídas de su entorno. De esta forma, se puede lograr que el impacto del turismo sea menor y más respetuoso con el ambiente.

Cuidar el planeta, en cada viaje

El mayor principio del turismo responsable es disfrutar de la naturaleza sin alterarla. Para ello, es necesario respetar las normas establecidas en los parques nacionales y las reservas naturales, evitando alimentar animales silvestres o alterar sus hábitats. También es importante tener en cuenta que ¡los residuos plásticos que se arrojan en los ecosistemas pueden tardar siglos en degradarse! Por esta razón, es fundamental llevarse toda la basura generada y no dejar rastro en los lugares visitados. 

Además, se debe evitar encender fogatas en zonas de riesgo o arrojar colillas de cigarrillos, ya que esto puede provocar incendios devastadores en ecosistemas vulnerables. Y al elegir actividades, es recomendable optar por aquellas que no impliquen la explotación de la fauna y flora local (como los zoológicos o las granjas). De esta forma será posible promover un turismo más respetuoso con el medioambiente. 

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