El 35% de los latinoamericanos piensa que los efectos del cambio climático no son graves, según lo revela un estudio realizado por la Fundación Getúlio Vargas (FGV) de Brasil y la Universidad de Vanderbilt de EE. UU.
¿Y por qué piensan esto? En este artículo te lo contamos.
¿El cambio climático no existe en América Latina?
Si bien más del 90% de los entrevistados están de acuerdo en la existencia del cambio climático y de que los humanos son el causante de este fenómeno, hay una polarización bastante significativa en la opinión pública sobre la gravedad de sus consecuencias.
El informe desarrollado por FGV y la Universidad de Vanderbilt se fundamenta en encuestas realizadas a más de 5,000 personas en siete países que representan el 80% de las emisiones de CO₂ en América Latina. Estos países incluyen a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú.
La principal causa para dudar de la gravedad de la crisis climática es el individualismo de los ciudadanos, que lleva aparejado una desconfianza hacia soluciones colectivas para problemas sociales.
Los resultados de las investigaciones revelaron que tanto los ciudadanos de derecha como los de izquierda en América Latina son susceptibles al negacionismo climático.
A diferencia de Estados Unidos y Europa, donde los individuos de derecha tienden a no creer en el cambio climático y los de izquierda sí, en América Latina este factor no tiene un efecto determinante. Además, el nivel de renta o educación tampoco influye en esta creencia en la región.
El análisis indica que ambos flancos del espectro político en América Latina pueden respaldar políticas proclima, desafiando las tendencias observadas en otros lugares. Los responsables del estudio destacan que la sensibilización sobre los impactos del cambio climático debe abordar la desconfianza de estas personas hacia la intervención estatal en la sociedad.
Por lo tanto, sugieren proporcionar información proclima a través de fuentes que posean autoridad moral para estos ciudadanos, como empresarios, agricultores y representantes del mercado financiero. Este enfoque podría ser crucial para construir una conciencia sobre el cambio climático en la región.
¿Cuáles son las razones para tomar conciencia de la gravedad del cambio climático en América Latina?
América Latina se proyecta como una de las zonas del mundo más afectadas por los impactos del cambio climático, que incluyen fenómenos como olas de calor, disminución en la producción agrícola, incendios forestales, deterioro de los arrecifes de coral y eventos extremos del nivel del mar.
La importancia de limitar el calentamiento global por debajo de los 2,0 grados centígrados, según lo establecido en el Acuerdo de París, resalta la necesidad de reducir riesgos en una región ya enfrentada a desafíos económicos y sociales para un desarrollo sostenible.
Los efectos relacionados con el aumento de las temperaturas, cambios en patrones de precipitación y tormentas, así como el marcado retroceso de los glaciares en la región también se muestran como evidentes consecuencias negativas en la región.
Otros datos preocupantes incluyen la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías generalizadas con impactos significativos en la seguridad alimentaria, particularmente en áreas como el sur de la Amazonia y la región del Pantanal, que experimentaron la peor sequía en los últimos 50 años.
La lista continúa y es alarmante. La influencia de eventos como el aumento del nivel del mar, cambios en la temperatura oceánica y la pérdida acelerada de glaciares en los Andes de Chile y Argentina encienden la preocupación de todos los activistas ambientales.
Todos estos fenómenos climáticos extremos afectan la producción de alimentos, ejemplificado por la pérdida masiva de cosechas en países como Guatemala y México.
En conclusión, la región de América Latina se encuentra en una encrucijada crítica, donde la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, se presenta como un componente esencial para asegurar la recuperación y el desarrollo sostenible en el futuro.
El cambio debe empezar desde casa y en los hábitos de consumo, siendo los latinoamericanos quienes tienen que tomar conciencia de que este fenómeno es realmente grave.
