La restauración de bosques nativos es una actividad que busca rehabilitar aquellas áreas forestales
que han sido destruidas o se encuentran degradadas o destruidas por la mano del hombre o por
eventos naturales. Esta acción se basa en replantar especies autóctonas para devolverle al
ecosistema su biodiversidad original.
Recientemente, la Asociación Amigos de la Patagonia, una organización sin fines de lucro neuquina
dedicada a la conservación de la naturaleza patagónica, llevó adelante una replantación de
especies nativas en el Parque Nacional Lanín, el tercero más grande del país. Este proyecto busca
recomponer la flora y fauna perdida por el devastador incendio que la provincia padeció en el año
2013, que casi acabó con el único bosque de Araucaria araucana del mundo.
Este esfuerzo de reforestación no solo permitirá recuperar estos árboles esenciales para el
ecosistema, sino que contribuirá a mejorar la calidad del suelo, a regular los ciclos de agua de la
región y a mitigar los efectos del cambio climático que cada vez se hacen sentir más, tanto en la
Patagonia, como en el resto del planeta.
¿En qué consistió la restauración de los bosques patagónicos del Parque Nacional Lanín?
Entre el 17 y el 18 de mayo, más de 100 voluntarios participaron de una plantación masiva de
árboles en el Parque Nacional Lanín. Gracias a la colaboración de técnicos del parque y de la
comunidad local, la Asociación Amigos de la Patagonia logró plantar 3300 nuevos plantines en 3
zonas estratégicas del parque.
3 mil de ellos correspondían a la especie endémica Araucarias araucanas, una variedad única en el
mundo. Los otros 300 retoños pertenecían a especies nativas como Notros y Maitenes, que fueron
criados en viveros de la Comunidad Mapuche Aigo y Pucará. Esta diversificación de especies
ayudará a restaurar el equilibrio ecológico del bosque.
Además, durante el evento se ofrecieron charlas sobre los avances en las investigaciones de la
Araucaria araucana, sus características y las condiciones necesarias para que crezca de forma
saludable. Esta actividad educativa es fundamental para que la población local conozca la
importancia de la conservación de especies nativas.
Organizaciones ecologistas de gran prestigio internacional, como Greenpeace Argentina han
resaltado en varias ocasiones la importancia de la educación ambiental para promover la acción
comunitaria y la participación en proyectos de conservación.
El bosque es de todos
Esta iniciativa es sin dudas una muestra de lo que pueden lograr las comunidades cuando se
involucran en la conservación del medioambiente local. En esta ocasión participaron técnicos del
parque, brigadistas del Sistema Provincial del Fuego (que en su momento debieron combatir los
incendios), e investigadores del INIBIOMA-CONICET.
Además, participaron miembros de comunidades indígenas, como los loncos Pedro Morales, Eloy
Calfinahuel y Daniel Salazar, quienes se unieron para conocer de primera mano la iniciativa y su
impacto. Se trata de la séptima acción de este tipo organizada por la ONG en esta zona, aunque ya
han superado las 30 intervenciones en todo el país, plantando ¡más de 48 mil árboles nativos!
La diversidad biológica, un punto clave en la restauración de bosques
La introducción de nuevas especies nativas en la plantación reciente no solo busca aumentar la
cantidad de árboles, sino también mejorar la diversidad biológica del área. Las especies como el
Notro y el Maitén, provenientes de viveros comunitarios, juegan un papel crucial en esta tarea ya
que junto con la Araucaria araucana, ayudan a crear un ecosistema más resiliente y diverso.
Al restaurar un bosque no solo hay que reforestarlo, sino que es necesario hacerlo de un modo
específico, buscando que todo el ecosistema se vuelva más saludable. Por eso la diversidad
biológica es esencial para construir ecosistemas más equilibrados y mejor capacitados para resistir
plagas, eventos naturales extremos y otras incidencias que puedan afectarlos en el futuro.
