La contaminación derivada del escándalo Dieselgate provocó la muerte de 16.000 personas en el Reino Unido, de acuerdo a un estudio reciente


El aumento de la contaminación causado por el escándalo del Dieselgate ha llevado a cerca de 16.000 fallecimientos en el Reino Unido y a 30.000 casos de asma en niños, según un nuevo análisis. Los investigadores advierten que, si no se actúa, habrá 6.000 muertes prematuras adicionales en los próximos años.
El escándalo Dieselgate comenzó en 2015, cuando se descubrió que los automóviles diésel expulsaban mucho más contaminantes en las vías públicas que durante las pruebas de emisiones, esto fruto del uso de “dispositivos de desactivación” ilegales.
En Estados Unidos, se impusieron fuertes multas y se ordenó la retirada de vehículos para desactivar esos dispositivos de trampa. No obstante, los especialistas señalan que el Reino Unido y la mayoría de los países de la UE están muy atrasados, lo que ha traído serias consecuencias para la salud, reclamando acciones inmediatas. En las carreteras del Reino Unido y la UE siguen circulando millones de automóviles diésel muy contaminantes.
El estudio únicamente consideró el impacto del exceso de contaminación provocado por los dispositivos de desactivación y no el total de emisiones de los vehículos. En el Reino Unido, dicho exceso ha causado 800.000 días de licencia por enfermedad y un costo total de 96.000 millones de libras esterlinas para el 2024, debido a muertes y problemas de salud.
En total, en el Reino Unido y la UE, las consecuencias del Dieselgate han llevado a aproximadamente 124.000 muertes prematuras y a un coste económico de 760.000 millones de euros (equivalente a 637.000 millones de libras), según lo expuesto en el estudio. Sin intervenciones, se anticipan otras 81.000 muertes prematuras y un impacto económico de 430.000 millones de euros para el año 2040, momento en el que la mayoría de los autos afectados por el escándalo ya no estarán en la carretera.
“Nuestros cálculos demuestran el amplio y severo impacto que tienen las emisiones excesivas de diésel en la salud: miles de vidas perdidas, muchos niños que sufren asma y una enorme carga por enfermedades crónicas”, mencionó el Dr. Jamie Kelly, del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (Crea), que realizó la investigación para el grupo de derecho ambiental ClientEarth.
“Estamos ante una crisis con un legado duradero”, afirmó. “Sin una respuesta adecuada, estos impactos se extenderán en el tiempo y afectarán a futuras generaciones. Es responsabilidad de los gobiernos romper este ciclo”.
Emily Kearsey, abogada de ClientEarth, expresó: “La reacción del gobierno del Reino Unido ante la crisis de salud pública que enfrentamos ha sido completamente excesiva. Los fabricantes de automóviles han estado tratando de encubrir el escándalo del Dieselgate durante demasiado tiempo. El gobierno británico ahora tiene la oportunidad de priorizar la salud de los ciudadanos y responsabilizar a quienes causan contaminación”.
Jemima Hartshorn, integrante del grupo activista Mums for Lungs, comentó: “Millones de vehículos diésel continúan circulando en nuestras calles, emitiendo niveles de contaminación tóxica que afectan nuestra salud, sobre todo la de nuestros niños”.