Los expertos en océanos advierten sobre la crisis marina en aumento causada por el cambio climático


Más de dos mil científicos, activistas y responsables de políticas de al menos cien naciones se reunieron esta semana en el Congreso One Ocean Science, emitiendo una alerta sobre una crisis marina en expansión y proponiendo soluciones para resolverla, no solo por el bienestar de las criaturas marinas, sino por el del planeta en su conjunto.
“El océano está sufriendo a causa de las acciones humanas”, comentó Christian Estrosi, alcalde de Niza, durante la inauguración del evento el martes en Port Lympia. “Debemos proteger nuestros océanos o enfrentaremos graves consecuencias como humanidad.”
El aumento de la temperatura del mar provocado por el calentamiento del planeta, la acidificación de los océanos, la contaminación por plásticos y las actividades de extracción de petróleo y gas en el mar son solo algunas de las amenazas que enfrentan los océanos y que ponen en riesgo a la humanidad. Asimismo, la sobrepesca y otras prácticas pesqueras que dañan el ambiente, como la pesca de arrastre de fondo, también representan un peligro, ya que esta técnica industrial arrastra redes pesadas por el fondo del mar, capturando especies objetivo y destruyendo otros organismos en su trayectoria.
“Las investigaciones demuestran claramente que la salud del océano y la salud global de los humanos están profundamente conectadas”, afirmó Peter Thomson, enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas para los océanos.
El océano es responsable de más de la mitad del oxígeno que respiramos. Regula la temperatura al absorber calor y dióxido de carbono en exceso, además de distribuir aguas frías y calientes en todo el planeta a través de sus corrientes.
Según la ONU, alrededor de tres mil millones de personas dependen del océano para obtener medios de vida. Sin embargo, en la inauguración del congreso, Thomson señaló que “la salud del océano está en seria disminución”.
Es el momento adecuado para imaginar un nuevo futuro para el océano, afirmó.
Este congreso, que tiene una duración de cuatro días y que cuenta con la organización del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y del Ifremer, el único instituto de investigación pública en Francia dedicado solamente a estudios oceánicos, continuará hasta el viernes y será un antecedente de la tercera Conferencia de la ONU sobre los Océanos, que comenzará aquí el 9 de junio.
“Confiamos en que este congreso será una base científica sólida para la Conferencia de la ONU sobre los Océanos”, indicó Thomson. “Esperamos que los hallazgos científicos de este congreso guíen a los líderes y representantes de gobiernos y de la sociedad civil que acudirán a la conferencia.”
Al concluir la cumbre sobre los océanos, se espera que los países miembros de la ONU adopten una declaración política voluntaria que impulse la conservación y el uso sostenible de los océanos, mares y recursos marinos, titulada “Nuestro océano, nuestro futuro: unidos para una acción urgente”.
Ciencia en acción
El lema del congreso de esta semana es “Ciencia para la acción oceánica”. Durante los próximos tres días, al menos 500 presentaciones orales y 300 mesas redondas se centrarán en una variedad de temas, desde los ecosistemas de las aguas profundas hasta técnicas para la eliminación de dióxido de carbono y energías marinas renovables, que incluyen la eólica marina, la solar, la undimotriz, la térmica y la mareomotriz.
Varios foros explorarán la efectividad de las áreas marinas protegidas, que limitan las actividades humanas para favorecer la restauración de ecosistemas frágiles y refugios climáticos, como los arrecifes de coral que están mostrando signos de resistencia frente al incremento de las temperaturas oceánicas, lo cual ha provocado el blanqueamiento de la mayoría de estos corales.
El martes, la científica pesquera Clea Abello de Francia compartió un estudio en Marbec, un instituto de investigación marina de la Universidad de Montpellier, sobre cómo las áreas marinas protegidas pueden ayudar a reducir los efectos negativos previstos del cambio climático en el mar Mediterráneo. Abello mencionó que este mar se está calentando un 25 % más velozmente que otros océanos del mundo, en parte porque está rodeado mayormente de montañas y zonas urbanas costeras.
Su estudio utiliza un modelo climático para prever cambios en el clima a lo largo del tiempo, basándose en el escenario más negativo de altas
emisiones, previendo un periodo de 30 años entre 2070 y 2100. Descubrió que las áreas marinas protegidas pueden contribuir a evitar el colapso de especies de peces de fondo, como la merluza y el mero, que habitan y se alimentan en el fondo del mar y tienen valor comercial.
Sin embargo, solo una red bien conectada y diseñada de áreas marinas protegidas puede hacer una diferencia.
De acuerdo al Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal 2022, el 30 % de todas las áreas marinas debe estar protegido para el año 2030 con el fin de detener la pérdida de biodiversidad, pero Abello señaló que el avance hacia este ambicioso objetivo es lento.
Actualmente, se estima que solo el 8 % del mar Mediterráneo está protegido formalmente, y en la práctica, menos del 1 % está efectivamente protegido, afirmó Abello.