Greenpeace denuncia un aumento de la deforestación en el norte argentino durante 2023

De acuerdo con datos provistos por la agrupación ambientalista Greenpeace, durante 2023 hubo un aumento de la deforestación en el norte de la Argentina. En su Informe Anual sobre Deforestación, la organización ecologista reveló cifras sumamente preocupantes que no solo ponen en riesgo la preservación de la biodiversidad del país, sino que además dificultan aún más la lucha contra el cambio climático. 

Pero lamentablemente, la pérdida de bosques nativos en Argentina no es ninguna novedad. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable (recientemente cerrado por el nuevo gobierno de Javier Milei) ha llevado a cabo un relevamiento que refleja la gravedad del problema que padecen los bosques argentinos: entre 1998 y 2022, se deforestaron 7 millones de hectáreas. Es decir, ¡una superficie equivalente a toda la provincia de Formosa! 

La deforestación en números

Según los datos recopilados por el Informe Anual sobre Deforestación, durante el año 2023 la Argentina perdió un total de 126.149 hectáreas de bosques nativos, 8 mil por encima de las desmontadas durante 2022. En la provincia de Chaco, la deforestación fue de más de 57 mil hectáreas. Mientras que en Santiago del Estero superó las 42 mil. En Formosa hubo una pérdida de más de 17 mil héctareas y en Salta llegó a 8526. 

Con cada porción de bosques deforestado o desmontando se pone en riesgo la vida de la flora y la fauna autóctonas del lugar. Pero además se ve afectado el clima de la región, dificultando cada vez más la supervivencia de las fuentes naturales de agua; lo que a su vez, complica notablemente el desarrollo de las comunidades indígenas y campesinas que llaman hogar a estos hábitats. 

¿Cuáles son las principales causas del aumento de la deforestación?

En la actualidad los bosques nativos enfrentan dos grandes amenazas: por un lado, el avance descontrolado de la llamada frontera agropecuaria. Es decir, del desmonte de las tierras ocupadas por árboles para su uso en prácticas “más rentables” como la ganadería intensiva o la siembra de soja transgénica.  

Los sectores que buscan réditos económicos sin medir las consecuencias ambientales, como el agrícola, el ganadero o la industria de la silvicultura impulsan estos cambios en el uso de la tierra que no solo afectan la biodiversidad de los hábitats naturales, sino que también favorecen el calentamiento global. 

Pero existe otro gran riesgo para la supervivencia de los bosques nativos: los incendios forestales. A los incendios provocados por aquellos que pretenden expandir sus tierras de producción, se suman los incendios naturales, propiciados por el avance del cambio climático. Cada vez más frecuentes, los incendios forestales son una muestra de cómo la alteración de los ecosistemas por parte del ser humano puede generar un efecto rebote que pone en peligro la flora, la fauna y la estabilidad climática de toda la región.

Los peligros de la derogación de la Ley de Bosques 

Como si los problemas que enfrentan los bosques nativos no fueran suficientes, el nuevo gobierno argentino ha manifestado su intención de modificar la Ley de Bosques (Ley N°26331/07). Esta norma es una herramienta importantísima para proteger el medioambiente nacional, ya que determina los presupuestos mínimos obligatorios para combatir incendios y controlar que no se deforesten zonas protegidas. 

Desde su sanción en 2007 (y a pesar de que en muchas provincias no se respeta al 100%), la Ley de Bosques permitió un descenso de la deforestación de hasta un 40%. La controvertida Ley Ómnibus permitiría desfinanciar esta herramienta vital para la supervivencia de los bosques nativos y pondría en riesgo el cumplimiento de los compromisos de Deforestación Cero que Argentina firmó y que debería alcanzar para el año 2030. 

Además, los expertos advierten que los cambios impuestos en el artículo 26 de la ley podrían poner en riesgo 50 millones de hectáreas de bosques nativos, ya que autorizaría desmontes en zonas de las categorías 1 y 2 (en varias partes de Salta y Chaco, por ejemplo), que hoy están protegidas por la misma. 

Si las modificaciones ilegales incorporadas por algunos gobiernos provinciales aun cuando la Ley de Bosques está vigente son muestra de algo, queda claro que reducir su alcance solo servirá para agravar la situación. Es por eso que preservar esta norma es esencial para proteger el patrimonio natural del país y consolidar su posición en la lucha contra la crisis climática y la pérdida de biodiversidad a nivel mundial.

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