El impacto del cambio climático podría modificar la agenda política en América Latina

El cambio climático impacta sobre la agenda política de Latinoamérica

El cambio climático ha dejado una profunda huella en la agenda política de América Latina, desencadenando una serie de eventos que resaltan la urgente necesidad de políticas coordinadas entre la región y los países más desarrollados.

Argentina, uno de los países más afectados, experimentó el impacto directo al bordear el default con el Fondo Monetario Internacional. La abrupta sequía afectó las reservas del Banco Central, evidenciando la vulnerabilidad económica frente a fenómenos climáticos extremos.

En Brasil, el gobierno de Jair Bolsonaro desencadenó la destrucción de miles de hectáreas en la Amazonia, alterando permanentemente el clima del país. Mientras tanto, en el Caribe, tormentas descontroladas están arrasando playas enteras y amenazan el futuro económico de la región.

Estos fenómenos son consecuencia directa del calentamiento global y la falta de políticas coordinadas entre América Latina y los países más desarrollados. La situación se ha visto agravada por la guerra ilegal que Rusia lleva a cabo contra Ucrania, impactando las metas establecidas por el Acuerdo de París.

Ante este contexto mundial tan desfavorable para la región, los organismos multilaterales de crédito, como el FMI y el Banco Mundial, muestran una respuesta lenta ante la realidad que avanza sin control, exacerbando las consecuencias para América Latina. Los mayores emisores de carbono, con una capacidad industrial destacada, contribuyen al calentamiento global, mientras que la región sufre las consecuencias con eventos climáticos extremos.

La Cumbre de Santiago de Compostela, celebrada el pasado mes de septiembre y donde los ministros de Economía de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea se reunieron para abordar este problema mundial, se presentó como una oportunidad clave para impulsar políticas coordinadas y desbloquear fondos necesarios para iniciativas relacionadas con el cambio climático en América Latina. La región, con su rica biodiversidad y abundantes recursos naturales, puede contribuir significativamente a reducir estos impactos.

¿Qué datos arroja el Reporte de Economía y Desarrollo celebrado en Madrid( RED)?

El RED sostiene que:

  • Se anticipa un aumento de las precipitaciones en las costas de Perú y Ecuador, la cuenca del Río de La Plata y el noreste de Argentina, mientras que se espera una disminución en el norte de Sudamérica, el Caribe, Centroamérica, parte del Amazonas, el noreste de Brasil, el centro y sur de Chile, y el sur de Argentina. Esta variabilidad climática resultará en un aumento de la aridez en casi toda la región, con la excepción de las costas de Perú y Ecuador.
  • La frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como ciclones tropicales, inundaciones, sequías, incendios forestales y olas de calor, está en aumento. La cantidad de estos eventos en América Latina y el Caribe pasó de 28 por año durante el período 1980-1999 a 53 por año en el período 2000-2021. La población afectada también ha aumentado, pasando de 4,5 a 7,2 millones de personas por año en los mismos períodos, siendo las inundaciones y los ciclones tropicales los eventos más frecuentes y dañinos.
  • Las regiones con altos niveles de pobreza, desigualdad, debilidad institucional y bajos accesos a servicios básicos son menos capaces de enfrentar y adaptarse a las amenazas climáticas. Esto coloca a comunidades, especialmente a las indígenas, entre las más vulnerables al cambio climático en el mundo.
  • El aumento gradual de las temperaturas y cambios en los patrones de precipitación afectan negativamente la agricultura, reduciendo la superficie apta para la producción y amenazando la seguridad alimentaria. Además, el calor extremo tiene impactos adversos en la salud, especialmente en grupos vulnerables como adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas, agravados por deficiencias en los sistemas de salud de la región.
  • América Latina y el Caribe ha contribuido con el 11 % del carbono acumulado en la atmósfera, mientras que el 45 % de las emisiones históricas de CO₂ proviene de los países desarrollados y el 24 % de los países en desarrollo de Asia y el Pacífico. Esta disparidad plantea desafíos para la región, que aún no ha superado problemas como el bajo crecimiento económico y la alta desigualdad.

El cambio climático, si no se toman medidas de adaptación, podría sumir entre 2,4 y 5,8 millones de personas de América Latina y el Caribe en la pobreza extrema para 2030. Enfocar las políticas de adaptación en la población más vulnerable, que ha contribuido mínimamente al calentamiento global, se convierte en un objetivo crucial de justicia climática y debe ser prioridad en las agendas de todos los gobiernos, no solo los de Latinoamérica.

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