La preocupación del papa Francisco por el medioambiente

Papa Francisco de pie en el papamóvil saludando a la multitud en una calle arbolada.

El papa Francisco fue la primera figura eclesiástica en demostrar su preocupación por el medioambiente. A mediados del 2015, publicó Laudato Si’, una encíclica en la que se centraba exclusivamente en la crisis ambiental que atraviesa el planeta. Este texto marca un hecho histórico, ya que es la primera vez en los más de 2000 años de historia del Vaticano en que un Papa dedica un escrito al cuidado de la naturaleza y a la defensa del medioambiente.

Firmado por el primer Papa latinoamericano, esta encíclica busca que los cristianos (y todo aquel que la lea) se comprometa con el cuidado de lo que Francisco llama la “casa común”. Allí denuncia varios de los temas que han sido parte de la conversación de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, entre ellos, la degradación de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad, el calentamiento global y el modelo económico basado en la explotación sin límites. 

Una encíclica que busca difundir el cuidado del medioambiente

Laudato Si’ es mucho más que un texto religioso. Con 192 páginas divididas en seis capítulos, la encíclica combina la teología con hechos científicos. Además, se toma el tiempo de realizar advertencias a la sociedad y hasta de proponer políticas para cuidar el planeta. 

Francisco hace hincapié en actividades humanas contaminantes como la acumulación de residuos, la producción de plásticos de un solo uso, la explotación indiscriminada de los recursos naturales y, sobre todo, en la falta de respuestas por parte de los gobiernos y las empresas ante el deterioro de los ecosistemas. 

Por otro lado, el texto critica que se haya reducido la solución de los problemas ambientales a meras cuestiones técnicas. En cambio, afirma Francisco, deberían cuestionarse las raíces de un sistema económico que busca producir sin control, y permitiendo que algunos pocos acumulen riquezas infinitas sin pensar en los efectos sobre el planeta y las personas más vulnerables que habitan en él. 

Otra de sus grandes reflexiones tiene que ver con la relación que existe entre la crisis ambiental y otras formas de exclusión social. Esto se debe a que el deterioro de los recursos naturales suele afectar con mayor dureza a las comunidades más pobres, que son las que en definitiva menos contribuyen a generarlo. 

Hacer algo contra el cambio climático como una cuestión moral

Tal vez uno de los puntos más contundentes de la encíclica es que señala a las actividades humanas como las principales responsables del cambio climático. Desde la quema de combustibles fósiles que emanan gases de efecto invernadero, hasta la deforestación y el modelo agrícola y ganadero intensivo, Francisco no tiene dudas de que el cambio climático es cosa del hombre.

Que el máximo exponente de la Iglesia Católica lo afirme así es un gran paso a favor del medioambiente, ya que esta institución cuenta con más de mil millones de fieles en todo el mundo. Sin dudas su deseo era que la preocupación por el planeta se instalara en la agenda cotidiana de sus súbditos. 

Además, el documento advierte sobre los impactos futuros del calentamiento global, y se pregunta qué planeta se encontrarán las próximas generaciones si no se toman cartas en el asunto. Según Francisco, es urgente modificar los hábitos de consumo, las estructuras de poder y las relaciones de producción de un sistema que es ecológicamente insostenible.

Un mensaje abierto a quien quiera oírlo

A diferencia de otros escritos provenientes del Vaticano, Laudato Si’ no está dirigido solo a los creyentes. De hecho, el Papa manifiesta explícitamente que debe existir un diálogo entre miembros de diferentes religiones. Además, insta a los científicos, las organizaciones sociales y a los líderes políticos a trabajar juntos para hacer frente a la crisis ambiental. 

Además, Francisco reconoce que muchas de las personas que hoy lideran la defensa del medioambiente no pertenecen a la Iglesia. Sin embargo, dice, todos comparten el objetivo de preservar la vida en el planeta. Por último, el Papa destaca el rol de los más jóvenes, que desde hace tiempo vienen reclamando un cambio y que critican la indiferencia de sus antepasados frente a la destrucción del medioambiente. 

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