Perspectivas climáticas para el futuro en América Latina

Cambio climático en América Latina

Desde principios del año 2023, las olas de calor aumentaron en solo unos meses en América Latina. En julio, por ejemplo, la temperatura del planeta alcanzó un nuevo récord histórico y las previsiones continúan en alza. 

Ahora bien, ¿Cuáles son las perspectivas climáticas para el futuro de la región? En este artículo te lo contamos. 

¿Qué encontrarás en este artículo?
1. Introducción
2. Planes de acción ante el calor extremo en América Latina
3. El uso estratégico de estructuras verdes y azules para mitigar el calor extremo en entornos urbanos
4. Conclusiones

Planes de acción ante el calor extremo en América Latina

La creciente preocupación por las altas temperaturas y sus consecuencias han llevado a Brasil y México a implementar planes de acción específicos para enfrentar este desafío climático. Estos planes buscan proporcionar apoyo y protección a la población durante épocas de condiciones climáticas extremas, como sequías y muertes por altas temperaturas. Tanto el Ministerio de Salud y el Centro Clima brasileño como el Programa de Acción Climática 2021-2030 mexicano están liderando medidas concretas para abordar estas emergencias.

En Brasil, se ha desarrollado un programa que tiene como objetivo brindar asistencia a la población durante los periodos de altas temperaturas y sequías. Este plan, encabezado por el Ministerio de Salud y el Centro Clima, se centra en la vigilancia constante de la salud pública, monitoreando indicadores que podrían verse afectados por estos fenómenos climáticos extremos. Esta información permite tomar decisiones para proteger a los grupos más vulnerables.

Además, este país ha identificado áreas propensas a los impactos de las altas temperaturas y sequías, implementando medidas para la conservación y recuperación de ecosistemas. La creación de cinturones agrícolas promueve prácticas sostenibles y la protección de la biodiversidad mediante áreas de amortiguamiento alrededor de fragmentos forestales.

La infraestructura verde, como parques y jardines, también es fundamental en el plan de Brasil. Se utilizan cuerpos de agua en zonas urbanas para proporcionar espacios de enfriamiento y bienestar durante el calor extremo. 

Planes de acción ante el calor extremo en América Latina - Estrategias de adaptación al cambio climático.

En México, se ha desarrollado un plan de acción climática de diez años para enfrentar los impactos del cambio climático en la Ciudad de México. Este programa promueve el uso de plantas y agua para mejorar la resiliencia urbana ante altas temperaturas. Entre las medidas destacadas se encuentra el fomento del uso de calentadores solares en hogares, reduciendo la dependencia de energías no renovables y brindando energía accesible durante olas de calor.

Ambos países han adoptado enfoques similares que incluyen la integración de infraestructura verde y azul en áreas urbanas para mitigar el impacto del calor extremo. Estas estructuras, como parques y cuerpos de agua, regulan el microclima urbano y reducen la intensidad del fenómeno de “isla de calor urbana”.

Plan de Acción Climática en México - Estrategias de resiliencia urbana y adaptación al cambio climático.

El uso estratégico de estructuras verdes y azules para mitigar el calor extremo en entornos urbanos

En el contexto actual de cambio climático, donde las altas temperaturas se vuelven más frecuentes y extremas, las ciudades se enfrentan al desafío del calor antropogénico, el cual es el resultado del sobrecalentamiento causado por la acumulación de gases derivados de la quema de combustibles fósiles. Para contrarrestar este problema y atenuar los efectos del clima extremo en ambientes urbanos, surge la estrategia de emplear estructuras verdes y azules.

Las estructuras verdes incorporan vegetación en las áreas urbanas, ya sea a nivel de calles como en techos o fachadas de edificios. Estas zonas actúan como reguladores naturales del microclima, ya que las hojas de árboles y plantas liberan vapor a través de la transpiración y el suelo, lo que genera evaporación de humedad. Además, estas áreas proyectan sombra, reduciendo las temperaturas superficiales y creando un ambiente más fresco y agradable.

En cuanto a las estructuras azules, estas se componen de lagos, ríos o estanques que se encuentran en entornos urbanos como parques o fuentes. Estas construcciones tienen una capacidad muy elevada para retener calor, lo que les brinda el beneficio de convertirse en reguladoras del microclima urbano. La infraestructura azul actúa como alivio térmico debido al proceso de enfriamiento por evaporación. El movimiento del agua es un factor clave para el funcionamiento de esta propuesta.

Las ventajas de implementar estas estructuras con el propósito de moderar el clima en condiciones de altas temperaturas han sido propuestas y respaldadas por la comunidad científica. Además, se han presentado ante los gobiernos de diversos países del mundo.

¿Cuáles son sus beneficios?

  • Potencial de reducir la intensidad del fenómeno conocido como “isla de calor urbana”, que es el aumento de temperatura que experimentan las grandes ciudades debido a la densidad de construcciones y la actividad humana.
  • Capacidad para generar “islas frías urbanas”, que son áreas con temperaturas más bajas que las zonas circundantes. Los parques con abundante vegetación y sombra proporcionada por marquesinas elevadas tienen el potencial de crear estas zonas de alivio térmico en áreas residenciales y comerciales cercanas.

Conclusiones

América Latina se está enfrentando a un aumento de olas de calor extremas debido al cambio climático y las perspectivas climáticas a futuro no parecen nada prometedoras. Es por ello que algunos países, como Brasil y México, han decidido desarrollar planes de acción para abordar este desafío, enfocados en proteger a la población durante condiciones climáticas extremas.

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