La importancia de destacar el Corredor Seco Centroamericano

Corredor Seco Centroamericano

El cambio climático se ha convertido en un término recurrente en nuestras vidas. En el planeta existen regiones especialmente vulnerables a esta problemática y una de ellas es el Corredor Seco Centroamericano, una franja de territorio que abarca desde el sur de México hasta Panamá y que sufre una situación crítica sin precedentes por la modificación en el régimen de lluvias.

En este artículo evaluaremos cómo el cambio climático en Centroamérica está afectando directamente a los medios de vida de infinidad de poblaciones que ya de por sí son vulnerables a todo tipo de fenómenos. 

¿Qué encontrarás en este artículo?
1. Introducción
2. El Corredor Seco Centroamericano
3. Un asunto de gobierno
4. Pobreza extrema y migración
5. Conclusiones

El Corredor Seco Centroamericano

El Corredor Seco, atravesando Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, alberga a más de 10 millones de habitantes cuya subsistencia se basa en la agricultura, especialmente en la producción artesanal de cultivos básicos.

Esta región centroamericana es altamente susceptible a fenómenos climáticos extremos. Los largos períodos de sequía son seguidos por intensas lluvias, afectando severamente los modos de vida y la seguridad alimentaria de las comunidades locales. 

Sin ir más lejos, en los dos últimos años se calcula que se han perdido entre un 70% y un 80% de las cosechas de maíz y frijol, dos alimentos básicos para la seguridad alimentaria de toda la región.  A esta terrible situación, hay que sumarle los datos negativos en relación con la ganadería, la avicultura, la apicultura, la pesca y los cultivos de caña de azúcar o café; entre otros. 

Con el 80% de los pequeños agricultores viviendo en condiciones de pobreza, la migración se convierte en una opción forzada para muchas personas.

Corredor Seco Centroamericano

Un asunto de gobierno

El Corredor Seco se ha convertido en un tema de máxima relevancia en la agenda de América Latina y el Caribe. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, el Programa Mundial de Alimentos o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ya han implementado planes para abordar esta situación. La combinación de adversidades socioeconómicas y climáticas está teniendo consecuencias devastadoras. En esta región, donde la mitad de los pequeños productores de granos básicos se encuentran desprotegidos y donde el 50% de la población vive en la pobreza, la situación se vuelve crítica.

El año 2015, marcado por una de las peores sequías en 30 años tras una década de extremos climáticos, resultó en una crisis alimentaria aguda, afectando particularmente a los grupos más vulnerables: comunidades indígenas, mujeres y niños. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, a finales de ese año más de tres millones de personas estaban afectadas por una inseguridad alimentaria aguda y dos millones se encontraban en necesidad de asistencia inmediata. 

Ayuda en Acción, una organización mexicana de dimensión internacional que está al lado de los más vulnerables y que está respaldada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, ha estado trabajando para mejorar la resiliencia y los medios de vida en el Corredor Seco durante más de una década. Su objetivo es fortalecer la gestión de riesgos ante desastres naturales y promover métodos de producción adaptados al nuevo clima.

Recuperar saberes ancestrales se vuelve esencial, como identificar variedades de cultivos resistentes a la sequía que puedan beneficiar a todos los agricultores. Una red de productores comparte conocimientos y soluciones transfronterizas, contrarrestando los efectos de la crisis de manera directa y aplicable. Sin embargo, la magnitud de la misma y sus consecuencias aún se sentirán en los años venideros, agravando la situación en toda la región.

Corredor Seco Centroamericano: Agricultura sostenible

Pobreza extrema y migración

En la historia, siempre se ha considerado que la pobreza y la inseguridad eran las principales razones de la migración centroamericana. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un aumento en el número de personas que huyen de los efectos del cambio climático.

El Corredor Seco es el área más poblada de América Central, con una cantidad aproximadamente de 10,5 millones de personas. Cerca del 60% de la población del Corredor Seco vive en condiciones de pobreza, según afirma Salvador Ernesto Nieto Cárcamo, secretario ejecutivo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD).

La pobreza más severa se concentra en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, afectando de manera significativa a las áreas rurales.

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas estima que en los últimos cuatro años, el 18% de las personas que emigraron de Guatemala lo hicieron debido a los efectos climáticos adversos. Esta cifra se sitúa en el 14% en Honduras y en el 5% en El Salvador.

Conclusiones

Según especialistas, el cambio climático en Centroamérica está provocando la falta persistente de alimentos, lo que desencadenará en una crisis humanitaria con impactos notables en la migración. Esto no solo afectará a los empleos rurales vinculados a la producción de café y caña, sino también a la agroexportación. Esta situación está forzando a las poblaciones del Corredor Seco Centroamericano a trasladarse a centros urbanos o a otros países, con un impacto significativo en un área ya vulnerable. Urge tomar acción para evitar un desenlace fatal.

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