El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación del gobierno argentino aprobó la campaña para reducir las emisiones de carbono a fin de alcanzar la neutralidad para el año 2050.
Los detalles del programa de la Estrategia Nacional para el Uso de los Mercados de Carbono se describen en la Resolución 385/2023 publicada por el Boletín Oficial.
Hacia la neutralidad en las emisiones de carbono en Argentina
Este paso hacia la reducción de emisiones de dióxido de carbono se dio en el marco de los compromisos asumidos por Argentina en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, el tratado internacional que tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura global en el planeta.
El texto de la resolución señala que Argentina, al ratificar por ley lo establecido por este acuerdo, asume el compromiso de formular, aplicar, publicar y actualizar regularmente los programas nacionales que contengan medidas orientadas a la adaptación y mitigación del cambio climático.
La neutralidad climática implica que las emisiones netas de gases efecto invernadero se equilibren y sean iguales, o menores, a las que se eliminan a través de la absorción natural de nuestro planeta.
¿Qué propone la estrategia Nacional para el Uso de los Mercados de Carbono?
A través de la Estrategia Nacional para el Uso de los Mercados de Carbono (Enumec), el Ministerio de Ambiente argentino se propone el desafío de limitar las emisiones a no más de 349 megatoneladas de CO₂ equivalente para el año 2030, con el objetivo ambicioso de lograr la neutralidad de emisiones para el año 2050.
Esta iniciativa, respaldada por el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático para 2030, establece las bases para un desarrollo sostenible en cuanto a emisiones. La hoja de ruta contempla la sustitución, en gran medida, de las fuentes de energía fósil por alternativas limpias en las próximas tres décadas.
La Estrategia Nacional para el Uso de los Mercados de Carbono se estructura en nueve ejes temáticos esenciales, que incluyen desde facilitar el acceso al financiamiento climático a nivel nacional y subnacional, hasta participar en mercados de carbono regulados por el Acuerdo de París y otros mercados nacionales e internacionales.
Asimismo, se fomenta la participación del sector privado en mercados voluntarios y se respalda a gobiernos subnacionales que opten por esquemas de mercado para cumplir con sus planes de respuesta al cambio climático.
La estrategia también se compromete a contribuir al fortalecimiento y financiamiento para la adaptación al cambio climático, desarrollar capacidades nacionales y subnacionales para implementar mercados de carbono, promover la integridad ambiental en la implementación de estos mercados y asegurar los intereses nacionales y regionales en las negociaciones internacionales.
En línea con estos compromisos, el plan tiene como meta fomentar medios de transporte más sostenibles, como bicicletas y colectivos eléctricos, mejorar la eficiencia en la producción agrícola-ganadera, y promover la conservación y uso sostenible de bosques nativos para combatir la deforestación. Un paso significativo hacia un futuro más sostenible en Argentina.
¿Por qué es tan importante reducir la emisión de carbono para el 2050?
Lograr emisiones neutras para el año 2050 es esencial para frenar el creciente riesgo ambiental que enfrentamos. Este objetivo demanda un esfuerzo global significativo y cambios sustanciales en el actual modelo de producción y consumo.
Aunque el camino por delante es extenso, la responsabilidad es inmensa, especialmente en relación con los tres principales gases de efecto invernadero: dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.
En este escenario desafiante, cada pequeña acción, por más insignificante que parezca, suma de manera significativa. Entre las tareas cruciales se destacan:
- Incentivar el empleo de otras fuentes de energía, como las renovables.
- Desarrollar nuevas tecnologías, como la fusión nuclear.
- Utilizar materiales de construcción que no emitan dióxido de carbono durante su producción.
Además, diversos gobiernos han comenzado a priorizar la protección del medio ambiente. El presidente de Estados Unidos, por ejemplo, tiene como objetivo reemplazar combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, con hidrógeno verde, una fuente de energía limpia que podría ser clave para generar electricidad y abastecer fábricas.
Dada la crisis que enfrentamos con respecto a las emisiones de carbono, es imperativo que los gobiernos de todo el mundo abran canales de diálogo para garantizar un compromiso conjunto hacia un futuro más sostenible. Esto se vuelve esencial para ofrecer a las generaciones venideras un mundo más verde y habitable.
