Crianza del agua, la alternativa sostenible de las indígenas peruanas contra el cambio climático
A medida que el cambio climático se extiende y cobra cada vez más fuerza, muchas comunidades alrededor del planeta experimentan sequías y olas de calor que dificultan el acceso al agua. Ante este escenario desolador, un grupo de mujeres indígenas de los Andes peruanos han desarrollado una alternativa única que combina los conocimientos ancestrales con los avances en ingeniería para hacer frente a la escasez de este recurso vital.
Marcela, Lidia y Magdalena Machaca Mendieta, son 3 hermanas peruanas pertenecientes a la comunidad campesina quechua de Quispillaccta, ubicada en el departamento de Ayacucho, a más de 500 kilómetros de Lima. Tras recibirse de ingenieras agrónomas en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, estas mujeres regresaron a su tierra natal para intentar recuperar el agua perdida como consecuencia del cambio climático y la sobreexplotación de la tierra.
Para ello formaron la Asociación Bartolomé Aripaylla (ABA) que, junto a miembros de la comunidad campesina y de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, dieron vida a una innovadora solución para asegurar este recurso en la región. Este método que aplica prácticas no convencionales y busca generar armonía entre los seres humanos y la naturaleza fue denominado Crianza del Agua.
Cosmovisión Andina para combatir el cambio climático
La filosofía desarrollada por las hermanas Machaca Mendieta se basa en la cosmovisión andina, una forma de entender el mundo donde todos los elementos de la naturaleza son considerados seres vivos con los mismos atributos que los seres humanos. Bajo este lema, las plantas, la tierra, los ríos y las lluvias merecen respeto y comunicación constante.
A diferencia de lo que sucede en la cultura occidental y en la educación académica convencional, no se trata a la naturaleza como a un recurso explotable, sino como a una persona más, con boca, oídos y ojos. Por ende, la comunicación con todos los seres vivos es un principio fundamental de la Crianza del Agua que estas mujeres aplican en su lucha contra la escasez hídrica.
El impacto de la violencia en la comunidad y la naturaleza
Cuando regresaron de la Universidad, las hermanas Machaca Mendieta se encontraron con una Quispillaccta sumida en la violencia política y cultural. Esta violencia no solo afectó la vida de las personas, sino también la relación de la comunidad con la naturaleza. Muchos de los vecinos debieron emigrar debido a la acción del grupo Sendero Luminoso, haciendo que se abandonaran las prácticas agrícolas tradicionales y provocando una degradación de la tierra.
Rápidamente, las hermanas comprendieron que, para enfrentar la escasez de agua y restaurar la armonía con la naturaleza, era fundamental reconectar con las tradiciones culturales y los rituales de la comunidad. Así fue como, por ejemplo, recuperaron la práctica del Yarqa Aspiy, una festividad que involucra la limpieza de los canales de riego durante la primera semana de septiembre.
¿Cómo se lleva a cabo la Crianza del Agua?
Esta estrategia para gestionar los recursos hídricos impulsada por las hermanas Machaca Mendieta se basa en la idea de que el agua, como ser vivo capaz de comunicarse, merece ser tratada con amor y respeto. La “Crianza del Agua” no solo busca administrarla, sino ayudarla a crecer y cuidarla. A través de gestos de cariño y conversaciones diarias, los miembros de la ABA cuidan las fuentes de agua como manantiales, ríos y lagunas para asegurarse de que se mantengan limpias y en buen estado. Además, realizan una serie de actividades destinadas a recolectar y conservar el agua de lluvia para su uso posterior.
La siembra y cosecha de agua de lluvia, junto con la construcción de lagunas artificiales para almacenarla, son parte fundamental de esta iniciativa. Las lagunas artificiales son construidas utilizando técnicas tradicionales andinas que han sido transmitidas a lo largo de varias generaciones.
Los beneficios de la Crianza del Agua ante los efectos del cambio climático
La crianza del agua ha tenido un impacto significativo en la comunidad de Quispillaccta. Gracias a la construcción de estas lagunas artificiales, la oferta de este recurso vital ha aumentado. Pero además, se ha reducido considerablemente la vulnerabilidad de la agricultura de la zona ante eventos climáticos adversos como la sequía.
Por otro lado, gracias a la construcción de sistemas de riego sustentables, ha mejorado la cantidad de tierras fértiles. Esto no solo ha permitido una mayor producción de alimentos y pasto para el ganado, sino que contribuyó a garantizar la seguridad alimentaria de la comunidad, disminuyendo los conflictos sociales y mejorando su resiliencia al cambio climático.
La historia de las hermanas Machaca Mendieta y su enfoque de “Crianza del Agua” es una luz de esperanza en estos tiempos donde la lucha contra el cambio climático parece perdida. Su profundo respeto por la naturaleza y su compromiso con su cultura originaria son una muestra de que muchas veces, las soluciones no tienen que ver con avances tecnológicos o grandes inversiones, sino con un verdadero compromiso por cuidar el planeta.