¿Cómo mejorar la huella ambiental de la industria cafetera?
La huella ambiental del café representa un verdadero dolor de cabeza para el planeta. Este producto tan emblemático de Colombia, reconocido en todo el mundo por su calidad y sabor excepcionales, genera ingresos a miles de familias del país. Pero lamentablemente, detrás de cada taza que se comercializa hay una acumulación de residuos y recursos naturales malgastados que perjudican de forma notoria al medioambiente.
La problemática huella ambiental del café
De acuerdo con datos provistos por el Comité Departamental de Cafeteros, el 96% de los caficultores en Colombia son pequeños propietarios de cultivos. Esto es una prueba de la importancia de este producto para las economías rurales, en especial en el departamento de Huila, uno de los principales productores de café del país.
Pero en el afán de sacarle provecho a este recurso natural, los productores han pasado por alto el problema de contaminación que generan los residuos de café. Cabe destacar que durante el proceso de cultivo e industrialización del café, solo se aprovecha un 5% del peso del fruto fresco. El 95% restante está conformado por subproductos como la pulpa, el cisco, las pasillas, los tallos y el mucílago que se convierten en desechos.
Pero además, el proceso de lavado de los granos de café impacta de forma negativa en las fuentes de agua, los suelos y los ecosistemas de Colombia. Al tener sistemas de aguas residuales ineficientes, el desecho del café repleto de nutrientes acaba contaminando los cuerpos de agua provocando un desequilibrio en los ecosistemas que afecta a los organismos que viven en ellos.
Este fenómeno provoca un aumento de la población de algas, lo que a su vez, puede generar un déficit de oxígeno en el agua. Sir ir más lejos, una investigación llevada a cabo por la Agencia de Protección Ambiental descubrió que el agua dulce de Etiopía (otro país destacado por su producción de café), contenía valores muy bajos de oxígeno y muy altos de nitrógeno, una combinación perjudicial para los seres humanos.
El café aumenta el calentamiento global
Por si la contaminación del agua no fuera suficiente huella ambiental, el proceso de tueste del café también tiene consecuencias perjudiciales para el medioambiente. Durante esta etapa se liberan a la atmósfera una serie de gases y partículas contaminantes que contribuyen al cambio climático.
La producción de café genera emisiones de 3 de los gases de efecto invernadero más comunes: óxido nitroso (N2O), metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2). El más preocupante de todos es el óxido nitroso, que aunque normalmente es conocido como el “gas de la risa”, tiene un potencial de calentamiento global que da ganas de llorar: es casi 300 veces más alto que el del CO2.
Una alternativa novedosa para reducir la huella ambiental del café
Sanam Company es una empresa fundada en Medellín en el año 2008. Su director, Santiago Praolini, ha ideado una forma de darle un nuevo uso a los residuos del café. Trabajando junto a los caficultores de Huila, Sanam Company ha desarrollado aplicaciones sostenibles para la pulpa y la cáscara de este producto estrella de la industria colombiana.
A través de un tratamiento innovador, la compañía medellinense ha logrado que las aguas residuales generadas durante el proceso de separación de la piel y la pulpa del café puedan ser recicladas y reutilizadas en nuevos lavados. Como beneficio adicional, la biomasa resultante de la pulpa desechada se convierte en una fuente de energía.
En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, la empresa ha comenzado a educar a los productores para que elijan métodos de fertilización más eficientes, para de este modo reducir las emisiones de óxido nitroso. Además, ha enseñado a los caficultores de la región una técnica asombrosa: intercalar árboles fijadores de nitrógeno entre las plantas de café. Este método, no solo contribuya a reducir el uso de fertilizantes sintéticos, sino que ayuda a proteger los suelos.
Reutilizando los residuos del café
Tal vez el logro más destacado de la propuesta de Sanam Company es la trasformación de los residuos en alimentos funcionales, bebidas energizantes para seres humanos y concentrados para la nutrición animal. Estos productos se comercializan en Colombia, pero además se exportan a varios países donde los consumidores preocupados por la contaminación aprovechan las propiedades antiinflamatorias y digestivas de la planta de café.
Este caso es solo un ejemplo de cómo las empresas pueden comprometerse con el cuidado del medioambiente a través de la reutilización de los residuos orgánicos de los productos que elaboran. Esta gestión sostenible de los desechos naturales es esencial si realmente se quiere combatir el cambio climático y preservar la salud del planeta.