Ansiedad climática: un fenómeno que afecta principalmente a los más jóvenes

Los alarmantes informes de centros especializados en la vigilancia del clima y la terrible noticia de que el planeta se dirige a un punto de no retorno en lo que se refiere al cambio climático ya está teniendo repercusiones en la salud mental de las personas. Estamos frente a un nuevo concepto denominado ansiedad climática, una mezcla de preocupación y miedo por lo que nos espera en el futuro y que afecta principalmente a los más jóvenes.  

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad climática?

Además de influir en el estado de ánimo y el comportamiento de las personas, la ansiedad climática presenta otros efectos ya observados que pueden afectar la vida cotidiana. Estos incluyen la pérdida de la capacidad de concentrarse, comer, dormir, estudiar y disfrutar de las relaciones, según explica una publicación del Museo Smithsonian (una institución educativa fundada y dirigida por el gobierno estadounidense). 

Por otro lado, Harvard Health Publishing sostiene que este trastorno puede perjudicar el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes.

¿Qué es exactamente la ansiedad climática?

Según el artículo publicado por Harvard Health Publishing, la ansiedad climática, también conocida como ecoansiedad, se refiere al sufrimiento relacionado con la preocupación por los efectos del cambio climático. El artículo aclara que no se trata de una enfermedad mental, sino más bien de una ansiedad arraigada en la incertidumbre sobre el futuro y la advertencia de los peligros de un clima cambiante.

Un artículo publicado por National Geographic en julio de 2022 destaca que las personas más jóvenes son las más afectadas por este problema. Esta observación se refuerza con una investigación realizada por la revista científica The Lancet. 

Según National Geographic, más de la mitad de los 10,000 jóvenes entrevistados estuvieron de acuerdo con la afirmación: “La humanidad está condenada” y dijeron que las preocupaciones sobre el estado del planeta afectaban su sueño, capacidad para estudiar, jugar y divertirse.

El problema ha alcanzado tal magnitud en Estados Unidos que universidades como la de Washington ofrecen un curso sobre duelo ecológico, que proporciona a sus alumnos herramientas como rituales de duelo y ejercicios de atención plena para ayudarles a gestionar sus emociones.

¿Cómo tratar la ansiedad climática?

No todo está perdido. La buena noticia es que la ansiedad climática o ecoansiedad puede ser gestionada. Dado que se caracteriza por la incertidumbre y la pérdida de control, la mejor manera de abordarla es tomando medidas. Resulta terapéutico compartir las preocupaciones y temores con amigos de confianza, un profesional o uniéndose a un grupo de apoyo.

También se pueden realizar cambios en el estilo de vida que estén en línea con los valores. Pueden incluir acciones como tomar menos vuelos, unirse a una protesta o aumentar la concientización pública sobre el cambio climático a través de campañas. 

Recientemente, investigadores de Canadá llevaron a cabo un estudio que sugiere la importancia de apoyar a los niños para que avancen hacia el lado movilizador de la ecoansiedad y no hacia el lado que los paralice. Para el mismo, se utilizó un análisis temático reflexivo para evaluar los datos de las entrevistas y un análisis de contenido para investigar las experiencias de padres e hijos. 

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