América Latina y la descarbonización

Una de las metas principales fijadas en el Acuerdo de París fue aumentar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C en la segunda mitad del siglo actual. Y una de las vías más mencionadas para lograrlo es la descarbonización, aunque el 2023 viene siendo uno de los años más calurosos en América Latina.

¿Qué es la descarbonización?

La descarbonización es un concepto crucial en el ámbito de la energía y el medio ambiente. Se centra en la reducción progresiva y la eliminación de las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero generados por diversas actividades empresariales. Su objetivo principal es mitigar el cambio climático y avanzar hacia una economía más sostenible y resistente.

Un aspecto fundamental en esta transición implica disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y, en su lugar, fomentar la adopción de fuentes de energía más limpias y renovables en las operaciones. Esto conlleva una transición hacia sistemas energéticos que son tanto más eficientes como más sostenibles, y al mismo tiempo, impulsa la implementación de tecnologías y prácticas que reducen significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Cómo afrontar la descarbonización? El gran desafío de las empresas

Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, señaló que para limitar el calentamiento global a 1,5 °C es necesario que las emisiones mundiales de gases efecto invernadero alcancen su punto máximo antes del 2025 y se reduzcan un 43% antes del 2030. 

Según expresaron Alberto Castilla Vida, Alberto Andreu Pinillos, Isabel Garcia Tejerina y Elena Fernandez de Ey España en un informe, parece claro que los compromisos adquiridos por los Estados van a tener un impacto crucial sobre las empresas. Para ello, es necesario que avancen en la misma línea para que puedan alcanzar juntos los mismos objetivos. 

Por otro lado, Javier Ortiz, presidente para Ecuador, Venezuela y Colombia en Schneider Electric, enfatizó que la reducción de la huella de carbono sigue siendo un desafío y representa el primer paso en esta travesía. Al mismo tiempo, dichas organizaciones deben considerar:

  • Dónde invertir, qué adaptaciones realizar y qué cambios son más importantes. 
  • Entender la dinámica de este proceso de reducción progresiva de las emisiones de gases de efecto invernadero implica considerar la adopción y el incremento de fuentes de energía renovable, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica.
  • Aceptar que la inversión en infraestructuras y tecnologías respaldadas por la Inteligencia Artificial, la Nube y el Machine Learning es esencial para el control y monitoreo de los edificios, lo que a su vez reduce el consumo de energía y diversifica las fuentes para una mayor sostenibilidad. 
  • Comprender que la digitalización desempeña un papel crucial al permitir estrategias que incluyen una mayor conectividad y capacidad de cómputo, lo que se traduce en mejoras en la eficiencia energética, la circularidad, la resiliencia y la seguridad.

¿Cómo se encuentran las empresas en Latinoamérica con respecto a la descarbonización?

El informe reciente de la consultora EY, titulado “Panorama de las empresas latinoamericanas sobre ESG”, incluyó entrevistas con más de 400 directores de empresas de diversas industrias. Según los resultados, Colombia se encuentra entre los países líderes en la promoción de la agenda sostenible en la región, con un porcentaje cercano al 58%. Para Javier Ortiz, la descarbonización de la economía es una megatendencia impulsada tanto por políticas gubernamentales como por el sector privado.

En el contexto de América Latina, Argentina lidera en la implementación de prácticas sostenibles, seguida por Colombia (con un 32%), Brasil (28%) y México en cuarto lugar (21%), según el estudio “La sostenibilidad en la agenda del liderazgo latinoamericano” .

Ortiz enfatizó que la digitalización es el primer paso fundamental para que las empresas logren sus objetivos de descarbonización. Además, el informe de EY señala que los sectores más maduros en términos de descarbonización, tanto en América Latina como a nivel mundial, son la manufactura, el retail y la industria energética e hidrocarburos. Esto sugiere que se está produciendo una transformación significativa en sectores donde anteriormente se consideraba que el cambio era difícil de lograr.

¿Está América Latina preparada para este cambio?

A pesar del progreso logrado, las empresas aún tienen un largo camino por recorrer. La descarbonización tiene como objetivo la reducción de las emisiones de carbono y la lucha contra el cambio climático. Esto implica la adopción de medidas para adaptarse y mejorar la resiliencia en la protección de los ecosistemas naturales, el fortalecimiento de las infraestructuras críticas y la implementación de políticas que fomenten la sostenibilidad y la equidad.

La electrificación y la mejora de la eficiencia en las infraestructuras actuales a través de la digitalización y la automatización desempeñarán un papel crucial en la próxima década. Para muchas organizaciones, estas son las herramientas más rápidas y eficientes en términos de inversión de capital para reducir las emisiones.

El gran desafío para América Latina radica no solamente en la inversión en infraestructuras y tecnologías, sino también en implementar servicios de consultoría digital que ayuden a las empresas en su proceso de descarbonización.

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