Protegiendo el Amazonas: adiós a los combustibles fósiles y la deforestación
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha declarado en la Cumbre Amazónica celebrada en Brasil, que la eliminación de los combustibles fósiles y la deforestación es necesaria para garantizar la protección del Amazonas y de los demás bosques tropicales del mundo.
En este artículo desarrollaremos esto en profundidad.
Desafíos y soluciones para la preservación del Amazonas frente al cambio climático
Incluso si la deforestación y la degradación se detuvieran por completo, la pérdida del Amazonas continuaría debido al cambio climático.
En las regiones amazónicas, África ecuatorial y el sudeste asiático, como Indonesia, la deforestación es una fuente principal de emisiones contaminantes, representando casi el 50% de los gases de efecto invernadero en Brasil. Sin embargo, a nivel mundial, el 70% de las emisiones provienen de la quema de combustibles fósiles en países desarrollados. La clave para salvar la Amazonia radica en eliminar ambos factores.
El cambio climático ya ha alterado el patrón de lluvias en casi toda la región. En el sur de la selva, la temporada seca se ha vuelto aún más prolongada, con 4 a 5 semanas adicionales y temperaturas de 2 °C a 3 °C más elevadas.
Cifras alarmantes
Si hacemos una proyección a futuro y calculamos que la deforestación podría aumentar un 20% y el calentamiento global se elevaría a 2,5 °C, el Amazonas se convertiría en un ecosistema degradado de dosel abierto, una especie de sabana similar a la ecorregión del Cerrado; pero sin la enorme biodiversidad de ese bioma.
Las consecuencias serían devastadoras. Al ser degradado, este nuevo ecosistema tendría un bajo almacenamiento de carbono. Así, el bosque, que antes absorbía el dióxido de carbono de la atmósfera, empezaría a emitirlo, alimentando de esta manera el cambio climático y el aceleramiento de la degradación forestal.
¿Es posible decirle adiós a los combustibles fósiles y la deforestación?
Un reto crucial es extender el esfuerzo de alcanzar la meta de “deforestación y degradación forestal cero” a todos los países amazónicos. Mientras Brasil ha logrado reducir la deforestación en un tercio al inicio del nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, la situación persiste sin control en naciones como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, en gran parte debido a la expansión ganadera.
La salvación de la Amazonia también requiere una nueva bioeconomía y sociobiodiversidad que beneficien a toda la región tropical, desafiando la antigua percepción que consideraba a los bosques como obstáculos al desarrollo.
Es vital comprender que las zonas forestales pueden ser la fuente de una nueva forma de industrialización. Los productos derivados de la biodiversidad amazónica tienen un potencial socioeconómico mucho mayor que las actividades destructivas de la deforestación. Junto al açaí, castañas y cacao, existe una variedad de unos 50 productos cuyas cadenas de valor están elevando a las comunidades de la Amazonia brasileña de la pobreza a la clase media.
Esta nueva dirección económica depende de una arquitectura financiera innovadora, que también debe abarcar proyectos de restauración forestal a gran escala en las regiones tropicales. En estas áreas, los bosques secundarios en regeneración tienen la capacidad de absorber grandes volúmenes de dióxido de carbono de manera más eficiente a medida que crecen. Esta estrategia, basada en la naturaleza, se presenta como una respuesta positiva a la urgente crisis climática, con millones de kilómetros cuadrados de ecosistemas tropicales degradados listos para recibir esta valiosa inversión.
Resultados de la Cumbre Amazónica en Brasil
La Cumbre Amazónica, celebrada en Leticia, Amazonas, marcó un importante paso en la búsqueda de estrategias para preservar esta región y evitar su irreversible deterioro.
Ministros de Ambiente de países amazónicos se reunieron con el propósito de establecer un acuerdo fundamental para contrarrestar los efectos devastadores de la deforestación y el cambio climático en esta área del planeta.
Los participantes destacaron la necesidad de una acción urgente y coordinada para enfrentar la deforestación y los crímenes ambientales transnacionales, fomentar la conservación y la restauración ecológica, desarrollar una nueva bioeconomía sostenible y respetar los derechos de los pueblos indígenas, entre otros temas.
La importancia de la colaboración regional y el compromiso de los países amazónicos se resaltaron como elementos fundamentales para lograr un impacto positivo. Se hizo hincapié en la necesidad de aplicar medidas punitivas contra la deforestación y la depredación ambiental, y se subrayó la relevancia de la ciencia, la tecnología y el conocimiento indígena en la lucha por la protección del ecosistema amazónico.
Conclusiones
Los retos para eliminar los combustibles fósiles y la deforestación en el Amazonas son muchos, ya que no todos los países que son parte de este extenso bosque tropical se encuentran en la misma situación. Será necesario revisar las conclusiones a las que ha llegado la Cumbre Amazónica, celebrada en los primeros días de agosto en Brasil, para analizar si esto es posible.