Un nuevo informe confirma los niveles de contaminación en San Nicolás
La localidad de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires, es víctima de la contaminación ambiental producida por la empresa química Atanor. Desde hace años, los vecinos de la planta industrial de esta empresa que se dedica a producir y comercializar herbicidas vienen denunciando la alta cantidad de casos de cáncer en la región. Cuando la planta explotó en marzo de este año, se encontraron rastros de atrazina (un componente altamente tóxico) hasta a 4 cuadras a la redonda.
Ahora, un informe realizado por la Autoridad del Agua de la provincia de Buenos Aires confirmó la presencia de este agroquímico en el agua de la localidad. Este terrible hallazgo confirma los peores temores de la comunidad. Sin embargo, no es noticia para Greenpeace, una de las organizaciones ambientalistas que más han luchado por desenmascarar la contaminación producida por Atanor.
Esta confirmación oficial de que dos de las fuentes más importantes de agua de la región (los acuíferos Pampeano y Puelche) están contaminados, resalta la urgencia de que el gobierno local tome medidas drásticas para evitar que el medioambiente se siga deteriorando y poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos de San Nicolás.
¿Cuáles son los efectos nocivos de la contaminación con atrazina?
La atrazina es uno de los herbicidas más utilizados a nivel mundial. Se usa especialmente para controlar malezas en cultivos como el maíz o la caña de azúcar. Y aunque ha demostrado ser eficaz para aumentar la productividad agrícola, su uso intensivo pone en riesgo al medioambiente y a la salud pública de las zonas donde se utiliza.
Esto se debe a que la atrazina se filtra en los suelos y llega a los cuerpos de agua, contaminando ríos, lagos y acuíferos como los afectados ahora mismo en San Nicolás. Diversos estudios han demostrado que esta sustancia tóxica puede alterar los sistemas hormonales de peces y anfibios. Pero además, la exposición prolongada puede ocasionar trastornos en la salud de los seres humanos, por lo que su uso ha sido prohibido en la Unión Europea y otras partes del mundo.
¿Cómo afecta la atrazina a la salud humana?
La exposición a este herbicida puede tener graves consecuencias en las comunidades cercanas a sus áreas de aplicación. Los expertos explican que la atrazina puede generar trastornos hormonales, ya que interfiere con el sistema endocrino. Esto puede ocasionar graves problemas reproductivos en los seres humanos, como la disminución de la fertilidad y alteraciones en el desarrollo sexual.
Pero además, la atrazina ha sido relacionada con un mayor riesgo de padecer cáncer. Algunas investigaciones sugieren que la exposición prolongada a este herbicida puede aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de mama, de próstata y linfomas. Y en el caso de mujeres embarazadas que han estado expuestas a niveles elevados de atrazina, también se lo asocia a problemas en el desarrollo de los fetos.
Crónica de una contaminación anunciada
El reciente informe de la Autoridad del Agua de la provincia de Buenos Aires confirma la contaminación causada por Atanor en los pozos de explotación y monitoreo cercanos a la planta. Las muestras habían sido tomadas en mayo de 2023 y revelaron niveles alarmantes de este agroquímico y sus derivados.
La explosión ocurrida el año pasado, no solo liberó grandes cantidades de atrazina en el ambiente, sino que también expuso la falta de controles adecuados por parte del gobierno local y nacional para la manipulación de esta clase de sustancias peligrosas.
La contaminación de los acuíferos Pampeano y Puelche, que abastecen a gran parte de la población de San Nicolás y sus alrededores, representa un riesgo a largo plazo para la salud de millones de personas. Es por eso que los residentes temen por su salud y han exigido respuestas claras y acciones concretas para detener el daño causado por la empresa estadounidense.
A la espera de una respuesta legal
Desde hace años, la comunidad de San Nicolás viene librando una batalla legal y social contra Atanor. La compañía química ya había recibido dos fallos judiciales negativos en 2023, cuando fue sancionada por la contaminación del Río Paraná. Este nuevo hallazgo refuerza el caso de los nicoleños y debería servir para que la empresa se responsabilice por los daños causados a sus habitantes.
A través de numerosas protestas y demandas colectivas, los vecinos de la localidad bonaerense han exigido que la empresa remedie el daño ambiental ocasionado e implemente nuevas medidas preventivas para evitar futuros incidentes. Además, demandan que las autoridades gubernamentales realicen una mayor vigilancia para que esto no vuelva a repetirse en ninguna otra localidad del país.