Greenpeace señala a Santiago del Estero por “exceso de desmontes”
Activistas de Greenpeace llevaron adelante una impactante protesta frente a las oficinas que representan a la provincia de Santiago del Estero en la Ciudad de Buenos Aires, con el fin de denunciar el avance alarmante de los desmontes en la región. Para visibilizar su reclamo, colgaron un cartel de grandes dimensiones a siete metros de altura con un mensaje claro: “Santiago del Estero: exceso de desmontes”. La organización ecologista asegura que en los últimos 25 años se han talado más de dos millones de hectáreas de bosques nativos, y acusan directamente al gobierno provincial, bajo la conducción de Gerardo Zamora, de violar reiteradamente la Ley Nacional de Bosques, con el caso de la empresa de gaseosas Manaos como un ejemplo de esta situación.
La provincia con más desmontes en Argentina
Santiago del Estero se ha consolidado como la provincia argentina con mayor índice de desmontes en las últimas décadas. De acuerdo con los datos oficiales, entre 1998 y 2022, se destruyeron más de dos millones de hectáreas de bosque nativo en la provincia, lo que equivale a una superficie devastadora. A pesar de la sanción de la Ley Nacional de Bosques en 2007, cuyo objetivo principal era poner freno a la tala indiscriminada, la situación no mejoró: más de un millón de hectáreas fueron deforestadas tras la aprobación de esta legislación.
Esta alarmante tendencia no solo afecta gravemente a la biodiversidad, sino que también compromete los territorios de comunidades campesinas e indígenas que habitan la región. Greenpeace Argentina sostiene que la provincia ha permitido una destrucción sin precedentes, lo cual es una señal clara de que las medidas para proteger los bosques no están funcionando adecuadamente.
Acusación directa contra el Gobierno provincial
Desde Greenpeace aseguran que la destrucción de los bosques en Santiago del Estero cuenta con la colaboración activa del gobierno provincial. Diego Salas, quien ocupa el cargo de Director de Programas de Greenpeace Andino, fue contundente al expresar su descontento. Según Salas, la situación en la provincia evidencia la complicidad del gobierno, que otorga autorizaciones para la deforestación incluso en áreas donde la Ley Nacional de Bosques lo prohíbe. Estas autorizaciones ilegales están permitiendo la expansión de la ganadería intensiva, lo cual afecta de manera severa los ecosistemas del Gran Chaco y, al mismo tiempo, vulnera los derechos de las familias campesinas e indígenas que habitan estas tierras.
Este tipo de actividades no solo implica la pérdida de valiosos bosques nativos, sino que también genera graves problemas ambientales que tendrán consecuencias a largo plazo. La tala masiva está modificando el paisaje y afectando especies animales que dependen de estos bosques, lo que representa una amenaza considerable para la biodiversidad local.
El caso manaos y la destrucción masiva de bosques
Uno de los casos más emblemáticos que denuncia Greenpeace Argentina es el de la familia Canido, propietarios de la conocida empresa de gaseosas Manaos. Según la organización ecologista, esta familia ha deforestado más de 12.000 hectáreas de bosques en Santiago del Estero con permisos irregulares otorgados por el gobierno provincial. Esta superficie destruida es equivalente a la mitad de la extensión de la Ciudad de Buenos Aires, lo que da una idea de la magnitud del daño.
Greenpeace ha venido documentando estos desmontes a través de imágenes satelitales, que muestran el avance de la destrucción en la estancia “Algarrobal Viejo”, una propiedad de la familia Canido ubicada a unos 45 kilómetros de la localidad de Nueva Esperanza. Entre agosto de 2022 y septiembre de 2024, detectaron que en esta estancia se talaron 11.900 hectáreas de bosque. Además, en otra finca cercana a Quimilí, a unos 10 kilómetros de distancia, se registró la destrucción de otras 290 hectáreas. Ante estas evidencias, Greenpeace ha realizado protestas en ambas propiedades para visibilizar la situación y presionar por un cambio urgente en las políticas de deforestación.
Impacto en la biodiversidad
La deforestación en Santiago del Estero no solo afecta a los bosques y a las comunidades humanas que dependen de ellos, sino también a la fauna silvestre que habita estas áreas. Greenpeace advierte que la tala masiva pone en peligro de extinción a diversas especies animales, entre las que se destaca el yaguareté, un felino emblemático y en grave riesgo en Argentina. La pérdida de su hábitat natural reduce drásticamente sus posibilidades de supervivencia, llevándolo al borde de la desaparición.
Diego Salas fue claro al señalar que, en el contexto de la actual crisis climática y de biodiversidad, la protección de los últimos bosques nativos del país es fundamental. Según el representante de Greenpeace, es urgente que la tala indiscriminada de bosques se considere un delito penal, ya que el avance de actividades como la ganadería o el monocultivo sobre áreas protegidas está contribuyendo a la degradación acelerada de los ecosistemas. Salas, además, destacó que, mientras las topadoras de Manaos continúan con su actividad destructiva, Greenpeace llama a la sociedad a sumarse a la causa para detener lo que califican como un “ecocidio”.
Frenar la deforestación
La protesta de Greenpeace no es solo un llamado de atención sobre lo que ocurre en Santiago del Estero, sino una advertencia más amplia sobre los efectos devastadores de la deforestación en Argentina. La situación en la provincia refleja un problema estructural en el manejo de los recursos naturales, en el que se priorizan intereses económicos por encima de la conservación ambiental. La Ley Nacional de Bosques, que fue creada para proteger los ecosistemas, no está siendo implementada de manera efectiva, lo que ha permitido la tala masiva en áreas que deberían estar protegidas.
Ante este escenario, Greenpeace no solo denuncia la complicidad del gobierno provincial, sino que también exige acciones concretas por parte de las autoridades nacionales para frenar el avance de la deforestación. La organización ecologista insiste en la importancia de proteger los bosques, no solo por su valor ambiental, sino también por el papel crucial que juegan en la lucha contra el cambio climático. La tala indiscriminada no solo afecta a las especies que dependen de estos ecosistemas, sino que también contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, exacerbando la crisis climática global.
La protesta de Greenpeace Argentina frente a las oficinas de Santiago del Estero en Buenos Aires es un llamado a la acción, tanto para las autoridades como para la sociedad en general, para proteger lo que queda de los bosques nativos del país y garantizar su conservación para las futuras generaciones.