La joven que convirtió la ansiedad climática en un acto solidario

Retrato de una joven de pie al aire libre, con las manos en la cintura y expresión decidida, rodeada de vegetación y luz natural.

A los 18 años, Nicole Becker escuchó por primera vez el nombre de Greta Thunberg y sintió que algo la interpelaba. “No podía seguir leyendo sobre el cambio climático sin hacer nada. Era imposible ignorar lo que estaba pasando”, contó en una entrevista con Infobae.

De esa inquietud nació, junto a un grupo de amigos, Jóvenes por el Clima Argentina, el movimiento que adaptó al país las marchas globales de Fridays for Future.

Con 23 años, es un ejemplo para toda una generación. “No somos una generación apática; somos una generación que heredó un planeta en crisis y decidió actuar”, expresó en La Nación.

“No se puede hablar de cambio climático sin hablar de desigualdad. ”, explicó durante el Youth Climate Summit de la ONU. “Buscábamos que las demás generaciones puedan crecer con herramientas para entender la crisis ecológica”, afirmó.

También fueron protagonistas de la movilización por la Ley de Humedales, aún en debate en el Congreso. “Los humedales son nuestra primera barrera contra el colapso ambiental. Protegerlos no es una opción, es una urgencia”, sostuvo en declaraciones a Clarín.

“El ambientalismo no puede ser solo para quienes tienen privilegios. En Argentina, hablar de ecología es también hablar de pobreza, acceso al agua y salud”, explicó en DW Español.

Por eso su discurso mezcla ciencia, política y derechos humanos. “La crisis climática no es solo ambiental, es cultural y económica. Hay que cambiar el sistema productivo, pero también la forma en que entendemos el progreso”, señaló.

Su militancia dialoga con movimientos sociales y feministas. “El ecofeminismo es clave para pensar la justicia ambiental. Las mujeres son las primeras afectadas por los desastres naturales y las más activas en los territorios”, sostuvo en una entrevista con Página/12.

¿Cómo transmitir conocimientos? La joven fue clara

Lo que comenzó como una marcha frente al Congreso se transformó en un actor político reconocido. Jóvenes por el Clima Argentina hoy participa de mesas de diálogo con ministerios, organismos internacionales y universidades. “No somos enemigos del Estado: queremos construir políticas públicas junto a él”, explicó Becker en Forbes Argentina.

“No hay que ser científico para defender el planeta, pero sí hay que informarse”, dice con frecuencia. Las redes son una herramienta poderosa si se usan con responsabilidad. El cambio también pasa por lo que compartimos y a quién escuchamos”, reflexionó en Télam Verde.

Pese al pesimismo que suele rodear al tema, es clara a la hora de explicar lo que sucdede al respecto en la actualidad. “No somos ingenuos: sabemos que el tiempo es limitado. Pero creemos que todavía 

“La ansiedad climática existe, pero se cura militando. Cada vez que alguien se une a la causa, transformamos el miedo en energía colectiva”, concluye.

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