Las grandes victorias ambientales de 2024

Activistas de Greenpeace cuelgan una enorme pancarta roja que dice "Shell, stop burning our future" en un tanque de petróleo crudo, exigiendo justicia climática.

Las victorias ambientales del año que acaba de terminar son un reflejo de cómo las acciones de los ciudadanos y de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Chile pueden marcar la diferencia. A lo largo del 2024, se lograron avances importantísimos en la defensa de ecosistemas, derechos indígenas y en la lucha contra la contaminación. 

Casos como la condena por ecocidio de pingüinos de Magallanes en Argentina, la demarcación de territorios indígenas en Brasil, la prohibición de la minería en el Ártico o el fallo para proteger los océanos del Tribunal Internacional del Derecho del Mar brindan esperanza de que, cuando existe la voluntad política y ciudadana, es posible soñar con un futuro más sostenible.

En el contexto de crisis climática que atraviesa el planeta, los esfuerzos de comunidades, la presión de organizaciones ecologistas contra las grandes corporaciones y de las medidas de conservación tomadas por los gobiernos han dado como resultado decisiones históricas. Y si bien estos avances no resuelven todos los problemas que aún persisten, representan el primer paso hacia un mundo más verde. 

Las victorias ambientales más importantes de este 2024 

Condena por ecocidio en Punta Tombo

El 20 de noviembre, la Justicia de Chubut (Argentina) dictó una sentencia histórica al calificar como ecocidio la matanza de pingüinos ocurrida entre agosto y diciembre de 2021 en la Reserva Punta Tombo. Gracia a este fallo, Ricardo Adolfo La Regina, culpable de la destrucción de más de 175 nidos y la muerte de más de 100 pingüinos de Magallanes, fue condenado por daño agravado y crueldad animal.

Este fallo no solo sienta un precedente en la defensa de los ecosistemas, sino que es el primero que condena el daño ambiental como un delito grave. En términos legales, la calificación de ecocidio abre la puerta para que, en el futuro, quienes actúen de forma similar reciban sanciones más severas.

Protección de territorios indígenas en Brasil y Papúa Occidental

El 25 de septiembre, el territorio Sawré Muybu en la Amazonía brasileña fue oficialmente demarcado, asegurando los derechos del pueblo Munduruku sobre sus tierras ancestrales. Esta victoria representa un hito en la lucha contra la minería ilegal y la deforestación en una región constantemente en disputa.

Mientras tanto, en Papúa Occidental, 4 mil indígenas recibieron el reconocimiento legal sobre casi ¡100 mil hectáreas de selva tropical en el distrito de South Sorong! Tras décadas de lucha, el pueblo Knasaimos logró la protección de su territorio frente a la explotación maderera y las plantaciones industriales.

Ambos casos son ejemplos de cómo la resistencia indígena (y el apoyo de la sociedad) es fundamental para la conservación de los ecosistemas y la protección de la biodiversidad global. No quedan dudas de que los pueblos indígenas son los mejores guardianes de los bosques, por lo que estos reconocimientos leales resultan claves para frenar el avance de las topadoras de las grandes corporaciones. 

Nuevos avances en la lucha contra las grandes petroleras

Tanto en el Reino Unido como en Sudáfrica, la presión ciudadana logró frenar el avance de los proyectos petroleros de la compañía multinacional Shell. En febrero, y gracias a la fuerza del activismo ciudadano, la empresa decidió retirar una demanda multimillonaria contra Greenpeace UK. Mientras que en Sudáfrica, la empresa perdió una apelación clave que le impide la exploración de petróleo y gas en la Wild Coast.

Estos logros deben servir para que la lucha contra los combustibles fósiles no decaiga y para que la exigencia de la ciudadanía por una mayor responsabilidad ambiental por parte de las corporaciones que más contribuyen a la contaminación atmosférica no pare. Pero además, estos fallos mandan un mensaje claro: que la sociedad ya no tolera prácticas destructivas sin oponer resistencia.

Regulaciones clave para la protección de los océanos 

El Tribunal Internacional del Derecho del Mar (ITLOS, por sus siglas en inglés) emitió un fallo histórico al reconocer que las emisiones de gases de efecto invernadero constituyen una forma de contaminación marina. Esta decisión obliga a los países a tomar medidas concretas para proteger los océanos y frenar el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos.

A su vez, en Noruega, la presión de activistas y científicos logró detener los planes de minería en el fondo marino del Ártico. Y en Indonesia, se adoptaron medidas para regular los estándares laborales en barcos pesqueros, asegurando mejores condiciones para los trabajadores y la promoción de prácticas de pesca sostenible. 

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