Nueva manifestación en contra de la contaminación plástica


La contaminación plástica ha alcanzado niveles alarmantes, afectando los ecosistemas, las comunidades y las economías de todo el mundo. Ante este escenario, un grupo de manifestantes y miembros de organizaciones ambientales como Greenpeace se presentaron en la quinta ronda de negociaciones del Comité Intergubernamental de Negociación de plásticos (INC5), llevada a cabo en Corea del Sur, para exigir un tratado que ponga límites a la producción de plástico.
Por un lado, los miembros de estas organizaciones demandaron que el Tratado Global de Plásticos limite la producción de plásticos de un solo uso (como bolsas, utensilios y envases). Pero además, denunciaron la falta de un verdadero compromiso de la industria petroquímica para poner fin a la contaminación.
Teniendo en cuenta que el impacto de los plásticos en territorios como el Caribe y el Pacífico colombiano es terrible (con concentraciones alarmantes de microplásticos en sus costas), queda claro que es necesario que los líderes mundiales escuchen a estos reclamos y tomen medidas inmediatas para proteger los ecosistemas marinos.
La importancia del tratado global para frenar la contaminación plástica
La crisis del plástico afecta a más de 800 especies marinas, desde aves como los albatros, que ingieren el plástico al confundirlo con alimento, hasta mamíferos marinos como las ballenas y los delfines, que quedan atrapados en redes y desechos plásticos. Pero los seres humanos tampoco escapan a su influencia: se han encontrado microplásticos en peces como el atún y el salmón (parte de la dieta humana).
Se ha comprobado que, una vez ingeridos por las personas, los microplásticos pueden provocar trastornos hormonales, enfermedades cardiovasculares y hasta desarrollar diversos tipos de cáncer. Por lo que, a menos que el Tratado Global de Plásticos establezca límites claros para la producción y uso de estos materiales, las consecuencias para la biodiversidad y para la salud pública mundial podrían ser terribles.

Sin embargo, ahora mismo las negociaciones se han estancado por la resistencia de sectores industriales que anteponen sus ganancias económicas al bien común. Por eso es esencial que todos los representantes de los países que firmarán el acuerdo prioricen la salud del planeta si realmente se quiere lograr un cambio global.
¿Cómo impacta la contaminación plástica en las costas colombianas?
Colombia es uno de los países de América Latina más afectado por la contaminación plástica. Se estima que cada habitante se desprende de al menos ¡24 kilos de plástico al año! ¿De qué se componen estos desechos? Más del 50% son plásticos de un solo uso como bolsas, botellas y envoltorios.
Este alarmante nivel de consumo y desecho de plásticos afecta directamente a los ecosistemas marinos, tanto en el Caribe como en el Pacífico. En diversas playas colombianas se han detectado hasta 52 partículas de microplásticos por metro cuadrado. Este nivel del contaminación tiene un impacto directo en especies marinas como tortugas, peces y aves, que confunden estos residuos con alimento.
Pero además, la contaminación pone en riesgo actividades económicas importantísimas para las comunidades costeras, que dependen de la pesca y el turismo para sobrevivir. De hecho, estudios recientes han encontrado microplásticos en diversos productos pesqueros que se comercializan y consumen en el país.
¿Cómo vencer la resistencia de la industria petroquímica?

La industria petroquímica, responsable de una gran parte de los residuos plásticos que contaminan el planeta, no ha dejado de presionar antes y durante las negociaciones del INC5 para dinamitar los objetivos del tratado, limitando así la efectividad real de las medidas propuestas.
Pero depende de los líderes mundiales no ceder ante estas presiones. Sin ir más lejos, la Agencia Internacional de Energía informa que la demanda de plástico representa aproximadamente el 45% del crecimiento global de la industria del petróleo. Esto es una muestra de que el planeta necesita virar hacia economías menos dependientes de estos materiales tan contaminantes.
La manifestación de Greenpeace frente al Centro de Exposiciones de BEXCO, en Busan, es un recordatorio de que existen alternativas sostenibles, como envases biodegradables y sistemas de reutilización, que podrían crear empleos en industrias más sostenibles que promuevan el cuidado del planeta en vez de acelerar su destrucción.