Greenpeace denuncia el desmonte ilegal de 20 mil hectáreas en Chaco
El desmonte ilegal es una de las actividades que más atentan contra el medioambiente en el territorio argentino. Es por eso que la denuncia de la organización ambientalista Greenpeace Argentina sobre la deforestación de casi 20 mil hectáreas en la provincia de Chaco no sorprendió a nadie. Lamentablemente, la falta de control del gobierno provincial ha consentido el devastador presente que atraviesan los bosques nativos del país.
La Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas presentó hace poco una denuncia ante la Corte Suprema de Justicia por la ilegalidad de la nueva ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) de Chaco. Esta ley permite el desmonte en más de 1.2 millones de hectáreas, incluso en zonas que habían sido establecidas como áreas protegidas.
A pesar de que desde 2020 rige una suspensión judicial de los desmontes en la provincia chaqueña, mediante sobrevuelos y monitoreos satelitales la organización ecologista ha demostrado que estas prácticas ilegales no han disminuido, sino que por el contrario han aumentado de forma significativa.
Las cifras de los desmontes ilegales año a año
Entre los años 2007 (cuando se sancionó la Ley Nacional de Bosques) y 2022, la provincia de Chaco perdió más de 485 mil hectáreas de bosques nativos. A esta cifra aterradora se sumaron más de 57 mil hectáreas deforestadas durante 2023. Pero la cosa se pone cada vez peor: solo en los primeros 4 meses de 2024 (entre enero y abril), fueron desmontadas más de ¡19 mil hectáreas!
Las imágenes satelitales analizadas por Greenpeace evidenciaron la pérdida de bosques en una superficie equivalente a la ciudad de Buenos Aires. Es por eso que Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina, instó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación a actuar rápidamente para detener este ecocidio.
Los denunciantes han probado que la nueva ley ha sido aprobada sin participación indígena (una de los requisitos indispensables para la sanción de esta clase de normas) y que avala el desmonte en zonas protegidas que incluyen corredores de conservación de grandes mamíferos como el yaguareté.
Una ley que va en contra de lo prometido
En noviembre de 2021, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) llevada a cabo en la ciudad de Glasgow, Argentina firmó un compromiso internacional para alcanzar la Deforestación Cero antes del año 2030. Las acciones que están teniendo lugar en Chaco contradicen por completo lo establecido en este acuerdo.
Los desmontes que algunas empresas y propietarios inescrupulosos llevan a cabo a escondidas, sumado a la aprobación de leyes permisivas por parte del congreso provincial (y por el gobierno nacional) demuestran la falta de voluntad política para cumplir con estos compromisos y lo poco que parece importarles el medioambiente nacional.
El compromiso de Deforestación Cero es un hito fundamental para combatir el cambio climático y proteger la biodiversidad tanto del país como del planeta. Pero para alcanzar esa meta, es necesario que todos los niveles del gobierno y la sociedad civil se involucren y cooperen para asegurar la conservación de los bosques nativos.
¿Cuáles son las consecuencias ambientales de los desmontes ilegales?
La deforestación en Chaco tiene graves consecuencias para la biodiversidad y la economía local. La pérdida de bosques destruye el hábitat de especies en peligro como el yaguareté, reduciendo la biodiversidad y alterando los ecosistemas. Además, la deforestación afecta la calidad del suelo y del agua, perjudicando la agricultura y la ganadería, que son fundamentales para la economía local.
La pérdida de bosques implica la destrucción del hábitat de innumerables especies. Por ejemplo, de un mamífero en peligro de extinción como el yaguareté. Cuando el bosque desaparece, los animales y vegetales que dependen de ellos para su supervivencia se ven forzadas a migrar, adaptarse a nuevos entornos o simplemente desaparecer.
La desaparición de estos hábitats también interrumpe las cadenas alimentarias afectando todo el equilibrio ecológico de la región. Pero además, la deforestación libera grandes cantidades de dióxido de carbono almacenado en los árboles y el suelo, contribuyendo a empeorar el calentamiento global que atraviesa el planeta.
Los efectos en la vida humana
Esto no solo aumenta las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino que también altera los patrones climáticos, haciendo que los fenómenos extremos como sequías, inundaciones y huracanes sean cada vez más comunes y terribles, poniendo en riesgo la vida de los seres humanos.
Por otro lado, la pérdida de cubierta forestal reduce la capacidad de la tierra para absorber agua, aumentando la erosión del suelo y disminuyendo su fertilidad. Esto afecta la agricultura y la seguridad alimentaria de los habitantes. Por este motivo, resulta urgente que el gobierno promueva prácticas de manejo sostenible de los bosques que permitan preservar estos recursos naturales para las próximas generaciones de argentinos.