El río Paraná, completamente invadido por plásticos de un solo uso
La contaminación por plásticos no para de crecer en todo el mundo, y lamentablemente, Argentina no es la excepción. Voluntarios de la campaña Más Río, Menos Basura volvieron a demostrar cómo el río Paraná, uno de los principales recursos hídricos del país, es víctima de esta crisis ambiental y de salud pública.
Cómo cada año desde 2016, cientos de personas pertenecientes al colectivo ecologista con sede en Rosario, se unieron para recoger los residuos acumulados en la ribera del río Paraná durante unas horas. Su objetivo no solo es limpiar las playas, sino además exponer la magnitud de este problema de contaminación plástica que no ha dejado de aumentar año tras año.
La agrupación Más Río, Menos Basura está conformada por integrantes del Taller Ecologista, Greenpeace Rosario, la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL), el colectivo El Paraná no se Toca, y la iniciativa Soluciones Tecnológicas Sustentables Rosario (STS). Los resultados de la campaña fueron presentados junto a miembros del Movimiento Eco-Río y de la Comunidad Global Shapers Rosario, grupos de jóvenes que trabajan en busca de soluciones sostenibles a problemas como la contaminación y el cambio climático.
Plásticos en el Paraná, un problema que no para de crecer
A pesar de sus esfuerzos por concientizar a la población rosarina acerca de la importancia de dejar de utilizar plásticos de un solo uso, los voluntarios de Más Río, Menos Basura explican que, cada año, continúa aumentado la marea de residuos plásticos y otros contaminantes. Desde botellas de bebidas gaseosas hasta colillas de cigarrillos, la variedad de desechos recolectados es una muestra de que hacen falta medidas urgentes para ponerle fin a la contaminación plástica en el país.
Y es que a pesar de que existen legislaciones vigentes que condenan el uso de este material altamente tóxico para los ecosistemas y los seres humanos, grandes empresas como Coca-Cola o Arcor, continúan utilizando plásticos no degradables para distribuir y comercializar sus productos.
Asimismo, la predominancia de botellas de plástico y envoltorios de alimentos en las playas del Paraná prueban que aún hace falta mucha conciencia entre los consumidores sobre el impacto que sus hábitos de consumo pueden tener en el medioambiente.
¿Cómo afecta el plástico a la salud humana?
La contaminación plástica no solo pone en riesgo la biodiversidad del río Paraná, sino que también puede traer graves consecuencias para la salud humana. Sin ir más lejos, un estudio publicado a principios de este año en la revista científica Toxicological Sciences, demostró la presencia de microplásticos como el polietileno o el nailon (usados en la fabricación de botellas y bolsas) ¡en la placenta humana!
Y es que los microplásticos, pequeñas partículas de plástico que se van descomponiendo de objetos más grandes, han demostrado ser capaces de ingresar al cuerpo humano y llegar al torrente sanguíneo. Ya sea a través de la ingesta de alimentos contaminados, o mediante la inhalación de aire con micro partículas de este material tóxico.
Los riesgos para la salud pública de la contaminación plástica ya se están haciendo sentir entre las personas, desde problemas gastrointestinales y alteraciones hormonales, hasta posibles efectos carcinogénicos. Estas pruebas deberían ser suficientes para que los gobiernos de todo el mundo tomen medidas que limiten, de una vez por todas, la producción de plásticos.
Los efectos nocivos del plástico en los ecosistemas
Pero además de representar una amenaza para la salud humana de los argentinos, la contaminación plástica también tiene un impacto devastador en la flora y la fauna del río Paraná. Los microplásticos pueden ser ingeridos por peces, aves y otros animales acuáticos, produciendo en muchos casos obstrucciones intestinales, deficiencias nutricionales y otros problemas de salud.
Una investigación realizada por expertos de Rosario y Santa Fe hace 3 años demostró cómo los desechos plásticos afectaban a la fauna local. El estudio publicado en la revista Science of the Total Environment estimaba que un 60% de las interacciones entre animales y plásticos acaba con la muerte de las especies como resultado directo de la contaminación.
Y teniendo en cuenta que en los últimos 20 años el consumo de plástico por habitante en el país se multiplicó varias veces (y que la mayoría de estos residuos acaban descomponiéndose en el medioambiente, sin ningún tipo de proceso de reciclaje), no quedan dudas de que la biodiversidad de los ecosistemas locales se ha visto terriblemente afectada por la contaminación plástica.
Demandas y Propuestas para una Solución Sostenible:
Ante la urgencia de abordar la contaminación del río Paraná, la campaña Más Río Menos Basura ha presentado una serie de demandas y propuestas para promover una solución sostenible a este problema. En primer lugar, se insta al Ejecutivo Municipal a aplicar correctamente las ordenanzas existentes que buscan regular el uso de plásticos de un solo uso, garantizando su cumplimiento efectivo y sancionando a aquellos que no cumplan con las regulaciones.
Además, se propone fomentar alternativas sostenibles al uso de plásticos descartables, como el graneleado y el uso de envases retornables. Proyectos como Graneleando y Vienen y Van han demostrado ser efectivos para reducir el consumo de plásticos y promover prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
Por último, se hace un llamado al Concejo Municipal para que retome la discusión de nuevas normativas que permitan reducir significativamente el uso de plásticos de un solo uso en la ciudad de Rosario. Estas medidas son fundamentales para proteger la salud del río Paraná y garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras.