El desafío del sargazo en México
En los últimos años, las costas del sureste mexicano se han visto invadidas por un fenómeno que ha afectado a una de las principales fuentes de ingresos del país, el turismo. El sargazo en México, un alga de color marrón que ha causado una genuina preocupación entre científicos, hoteleros, turistas y locales; se ha convertido en una verdadera pesadilla para la región.
En este artículo, analizaremos cómo el problema del sargazo en las playas mexicanas ha llevado al gobierno mexicano a tomar medidas urgentes para mitigar la situación.
¿Qué encontrarás en este artículo? 1. Introducción 2. El sargazo en México: un problema que afecta a todos 3. Una pesadilla atlántica 4. Acciones aisladas para frenar el sargazo 5. Soluciones desde el punto de vista científico 6. Conclusiones |
El sargazo en México: un problema que afecta a todos
El fenómeno cobró fuerza durante el verano de 2018. Basado en un análisis científico de la zona de Puerto Morelos, Carlos Gosselin Maurel, un destacado representante de los empresarios hoteleros, calculó que en ese año llegaron aproximadamente 24 millones de metros cúbicos de sargazo a todo Quintana Roo. Además, advirtió que este año se esperaba una cantidad similar o incluso mayor.
Sin embargo, la primera vez que se registró este problema fue en 2011, cuando pocos podían imaginar que en el futuro los hoteles de la zona anunciarian en sus páginas web la atracción de “playas sin sargazo” como uno de sus principales atractivos.
Una pesadilla atlántica
El sargazo es un alga marina que se ha convertido en una preocupación ambiental de proporciones gigantescas. La investigadora Brigitta I. van Tussenbroek, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que más allá de su impacto en la industria turística, el sargazo representa un desastre ecológico de gran magnitud.
La investigadora, especializada en ecosistemas acuáticos y pastos marinos, ha dirigido su atención hacia el estudio del sargazo debido a la devastación que ha causado en estos hábitats. La llegada masiva de esta alga ha resultado en la muerte de la mayoría de los pastos marinos, lo que ha afectado negativamente a diversas especies marinas.
Históricamente, el Mar de los Sargazos en el Triángulo de las Bermudas era temido por los marineros debido a la posibilidad de que sus barcos quedaran atrapados entre las algas y naufragaran. En tiempos más recientes, Chuanmin Hu y su equipo de la Universidad del Sur de Florida utilizaron imágenes satelitales para rastrear la procedencia del sargazo que llega al Caribe. Descubrieron que grandes cantidades provienen del “gran cinturón de sargazo atlántico”, que se ha formado en medio del Atlántico entre las costas de Brasil y África occidental desde 2011.
El cambio climático también se ha señalado como un posible factor en el crecimiento y migración del sargazo. Las condiciones climáticas podrían estar favoreciendo su proliferación y su llegada a las playas mexicanas, especialmente durante los meses de junio a septiembre, cuando el hemisferio norte está en temporada de vacaciones de verano.
Aunque en alta mar el sargazo es parte natural del ecosistema, su reproducción descontrolada y su llegada masiva a las costas generan problemas ecológicos graves. Las aguas cristalinas y las playas blancas del Caribe se ven afectadas debido a que este tipo de alga introduce una cantidad excesiva de nutrientes en el agua. Esto provoca un crecimiento desmedido de bacterias y microorganismos, afectando a las especies nativas y enturbiando el paisaje.
Acciones aisladas para frenar el sargazo
La batalla contra el sargazo se está combatiendo desde varios frentes.
- La Secretaría de Marina ha implementado la colocación de redes de pesca en alta mar para recolectarlo, aunque esta medida ha demostrado ser poco eficaz debido a la dispersión y fragmentación del alga en esas aguas.
- Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México promovieron, en el año 2019, la instalación de barreras marinas en Puerto Morelos para evitar que el sargazo llegue a las playas. Sin embargo, esta solución no pudo ser aplicada de manera extensiva debido a la longitud de la costa de Quintana Roo, que supera los 900 kilómetros.
- Representantes de trece países caribeños se reunieron en Cancún a finales de junio del 2019 para buscar estrategias conjuntas y financiamiento internacional para enfrentar el problema del sargazo. Además, se propuso incluir el tema en el Convenio de Cartagena de las Naciones Unidas, un acuerdo regional para la protección y desarrollo de los recursos marinos del Caribe.
- Quintana Roo emitió una declaratoria de emergencia y ordenó protocolos de combate que involucran la recolección, transporte, disposición y valorización del sargazo. Se alentó a la sociedad civil y a la industria a unirse a estos esfuerzos. Sin embargo, la recolección en las playas no es una solución óptima, ya que el sargazo se descompone y libera sustancias como arsénico y metales pesados al medio ambiente y los acuíferos locales si no se maneja adecuadamente.
Según la doctora Van Tussenbroek, no existen soluciones rápidas. Aunque se limpien las miles de toneladas de sargazo que llegan a las playas del Caribe mexicano, el alga sigue reproduciéndose y creciendo a lo largo de miles de kilómetros. El problema del sargazo no se resuelve hasta que se aborde su raíz, que es de naturaleza global y no se limita exclusivamente a México.
Soluciones desde el punto de vista científico
La investigadora Rodríguez Martínez relata que cuando algunos científicos mexicanos identificaron la acumulación de sargazo en las aguas y playas del país, comenzaron a considerar los posibles daños al arrecife de coral. Este fenómeno capturó la atención de diversos institutos de investigación en todo el país y todos llegaron a un objetivo en común: encontrar soluciones para mitigar sus efectos.
Actualmente, hay cinco proyectos científicos relacionados con el sargazo que reciben financiamiento público, aunque, como menciona Fernando Córdova Tapia, encargado de la dirección de innovación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), no existe una coordinación centralizada en su enfoque.
Frente a los recortes presupuestarios del Estado en el ámbito científico y la falta de fondos específicos para el sargazo, los investigadores buscan formas creativas para continuar su trabajo. Como confirma Rodríguez Martínez, cada investigador utiliza los recursos disponibles para avanzar en sus investigaciones. Ella, por ejemplo, está estudiando la contaminación ambiental por metales pesados en el alga.
La abundancia de sargazo no solo ha generado curiosidad científica, sino que también plantea el desafío de encontrar aplicaciones comerciales y desarrollar tecnologías para aprovecharlo. Lo que algunos ven como un problema catastrófico, otros lo consideran una oportunidad de crecimiento económico y científico. Se están llevando a cabo proyectos aislados para producir biodiésel a partir del alga, construir ladrillos con sargazo, cultivar hongos y fabricar productos como zapatos y cuadernos.
Conclusiones
Si bien queda un largo camino por recorrer, se espera que en el futuro se pueda hacer una transición hacia el aprovechamiento del sargazo en México como recurso, pero de manera coordinada. Es necesario cambiar la mentalidad y aprender a convivir con el problema del sargazo en las playas mexicanas, buscando formas de aprovecharlo.