Vanesa Sartori: “Madres, vecinos y un pueblo que dijo ‘Chau Monsanto’”


Psicóloga de formación, ecoactivista por convicción, lideró desde Malvinas Argentinas uno de los casos de resistencia ambiental más emblemáticos del país.
En Malvinas Argentinas, Córdoba, Vanesa Sartori se convirtió en una figura central para detener la instalación de una planta de semillas por Monsanto. Además, fue una de las caras visibles de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida. En palabras suyas: “Tratamos de hacer algo distinto por el bien común y poder decirle definitivamente chau a Monsanto de Malvinas”.
Fue en una entrevista con ANRED en 2015, y esa frase resume algo más que clave: no se trata solo de política ambiental, sino de resistencia desde lo cotidiano.
¿Cómo se organizó para convertirse en una activista ambiental?
La Asamblea surgió como respuesta a un proyecto que prometía puestos de trabajo, pero que para muchos olía a amenaza. “Hasta para la construcción trajeron gente de afuera. Eso fue generando conciencia: era mentira. Se intentó enfrentar a pobres contra pobres. Pero no hay trabajo a costa de entregar la vida”, contó Sartori en diálogo con Chequeado.
En ese contexto, Sartori esbozó el conflicto de valores que enfrentaban: “Malvinas tiene bajo nivel educativo, no la mano de obra calificada que necesitaba Monsanto”, evidenciando dos realidades: el deseo legítimo de trabajo y la resistencia a un modelo extractivo que no consideraba a la gente.
Además, sostuvo: “Nos llegaban mensajes de Francia, Italia, Uruguay… nos sentimos apoyados por las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo”.
Cuando finalmente el proyecto fue frenado, Vanesa expresó: “Echar a Monsanto fue una inyección de vitaminas para las luchas de Córdoba” .
Esa metáfora revela el valor simbólico y emocional de la victoria, más allá de lo ambiental.