Esfuerzos para la conservación del oso andino en Colombia

Oso andino trepado en un árbol, rodeado de follaje en un bosque nublado de los Andes colombianos.

La conservación del oso andino (Tremarctos ornatus) es crucial para preservar los ecosistemas de montaña en Colombia y toda Sudamérica. Este mamífero único en su especie, cumple un rol vital para los boques nublados de los Andes, ya que su dieta basada en semillas ayuda a la dispersión de las mismas.

Sin embargo, la destrucción de su hábitat y sus conflictos con los seres humanos han ido reduciendo su población de manera drástica, al punto en el que, hoy en día, se la considera una especie vulnerable. Para contrarrestar esta situación miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Colombia y de las comunidades locales han implementado estrategias para su protección que van desde la restauración de corredores ecológicos, hasta la educación ambiental entre los más jóvenes.

La Fundación WII, dedicada a la conservación de la biodiversidad en Colombia (y especialmente del oso andino) trabaja desde 2017 para proteger esta especie que cada día pierde más de su hábitat natural por la acción del hombre. De hecho, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) indica en su último informe que los bosques andinos han perdido el 13 % de su cobertura como consecuencia de la deforestación. 

Esta fragmentación de sus ecosistemas ha llevado a la especie a quedar confinada en pequeñas áreas, dificultando su movilidad, alimentación y reproducción. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), ¡en la actualidad quedan menos de 20 mil osos andinos en toda Sudamérica! 

Coexistencia: la clave para la conservación del oso andino

Para reducir los conflictos entre humanos y los osos andinos, la Fundación WII ha implementado diversos programas de conservación. En Huila y Cauca, han trabajado con las comunidades rurales para restaurar y reforestar más de mil hectáreas de bosques nativos. Esto permitirá nuevos corredores ecológicos seguros para la especie. 

Otro de los proyectos clave tiene que ver con la instalación de cercas eléctricas en las zonas agrícolas, una medida que permite proteger los cultivos sin dañar a los osos. Además, se han desarrollado iniciativas de monitoreo por parte de la comunidad, con más de 50 cámaras trampa distribuidas en la región para registrar la presencia de la especie y estudiar su comportamiento.

La importancia de la educación ambiental entre la población

Si se quiere proteger a las especies, es imprescindible conocer más acerca de su importancia para los ecosistemas y la supervivencia humana. A través de diversas campañas de concientización, la Fundación WII ha logrado que los campesinos dejen de ver a los osos como una amenaza y los reconozcan como aliados para conservar el agua que sus cosechas tanto necesitan. 

Además, la fundación estableció programas educativos en escuelas rurales para que las nuevas generaciones sepan acerca de la importancia de esta especie. A través de charlas, talleres y salidas de campo, se busca fomentar el respeto por la biodiversidad y se promueve que los propios estudiantes participen activamente en la protección de la especie. Hasta el momento, 23 grupos de monitoreo han colaborado con la Fundación WII en la recolección de datos sobre la población de los osos. 

Los científicos al rescate

El rastreo y estudio de la especie es esencial para su preservación. Por eso, especialistas han trabajado junto a la Fundación WII para llevar a cabo un hito histórico para el país: el primer seguimiento con GPS. La experiencia se realizó en el macizo de Chingaza, en colaboración con Corpoguavio y Nexen Petroleum. 

Este proyecto permitió obtener información clave sobre los patrones de movimiento y el uso del hábitat de los osos, para que sea más simple planificar las futuras estrategias de conservación. Además, los datos recolectados han servido para impulsar nuevas políticas públicas orientadas a la protección de la especie y su ecosistema. 

El componente cultural del oso andino

La conservación del oso andino no solo es una cuestión ambiental, sino también cultural. Para muchas comunidades indígenas, este animal representa la conexión con la naturaleza y el respeto por los ciclos de la vida. Por eso es importante que los miembros de las comunidades en las que habita conozcan esta relación entre esta especie y la cultura ancestral de los colombianos. 

Pero que sobrevivan solo será posible mediante acciones concretas que involucren a todos los sectores de la sociedad, desde comunidades rurales hasta el gobierno departamental y nacional. El futuro de los ecosistemas andinos, y de los colombianos en su conjunto, dependerán de que el oso andino no desaparezca.

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