Hábitos contra la contaminación plástica: lo que nos dejó el último Julio Sin Plástico

 La campaña “Julio sin Plástico” (Plastic Free July®), surgida en 2011, invita a personas de todo el mundo a ser parte de la solución a la contaminación plástica.

Desde su origen en 2011, la iniciativa “Julio Sin Plástico” (Plastic Free July®) ha crecido exponencialmente, convocando a personas de todo el mundo a unirse en la lucha contra la contaminación plástica. Cada año, más individuos se suman a esta causa, demostrando su compromiso con la salud del planeta y el bienestar de las generaciones futuras. Ya seas alguien que trabaja durante todo el año en hábitos sostenibles o te estés enterando ahora, este desafío te brinda la oportunidad perfecta para elevar tus acciones en pro del cuidado del medio ambiente.

Un desafío simple, un impacto profundo

La premisa detrás de “Julio Sin Plástico” es clara y poderosa: prestar atención a los plásticos de un solo uso presentes en tu vida diaria y hacerte una pregunta fundamental: ¿cómo puedo mejorar esto para cuidar mi salud y la salud de la Tierra? Esta cuestión simple puede generar cambios significativos en tus hábitos cotidianos. A medida que te acostumbras a tener alternativas sostenibles a tu alcance (como bolsas de tela reutilizables, sorbetes metálicos o recipientes para compras a granel), puedes comenzar a rechazar los plásticos de un solo uso que te ofrecen en diferentes lugares. Esta transición puede parecer un proceso gradual, pero la satisfacción de contribuir al cambio es inmensamente gratificante.

Desafíos y soluciones a la contaminación plástica

Esta iniciativa abarca dos etapas en la reducción de plásticos desechables. En la primera etapa, se eliminan productos obvios como bolsas, sorbetes, botellas y vasos. Para esto, se anima a las personas a tener sus propias alternativas sostenibles, como botellas reutilizables y sorbetes de metal. La segunda etapa, un nivel más avanzado, implica cambios más sutiles para elevar aún más el compromiso con “Julio Sin Plástico”. A continuación, te presentamos algunas ideas para este nivel avanzado:

H3: Evitar plásticos en envoltorios: optar por productos que no estén envueltos en plástico, como frutas o legumbres, y llevar bolsas de tela reutilizables para transportar tus compras.

H3: Eliminar los chicles con plástico: elegir chicles 100% naturales y ecológicos, ya que muchos chicles comerciales contienen plástico.

H3: Priorizar envases sustentables: optar por productos envasados en cartón o vidrio en lugar de plástico, como bebidas en botellas de cristal o detergentes en cajas de cartón.

H3: Decir no a los productos desechables: rechazar el uso de platos, cubiertos y vasos de plástico de un solo uso, favoreciendo alternativas reutilizables.

H3: Elección de utensilios duraderos: optar por utensilios duraderos y ecológicos, como pinzas de ropa de madera en lugar de plástico.

H3: Usar fósforos o mecheros recargables: reemplazar los productos desechables por opciones recargables y reutilizables.

H3: Adiós a los plásticos en la comida: optar por recipientes de vidrio o envoltorios de cera de abeja en lugar de plásticos para almacenar alimentos.

H3: Evitar máquinas de afeitar desechables: optar por alternativas sostenibles en productos de cuidado personal.

Responsabilidad compartida: gobiernos y empresas en acción

Si bien la ciudadanía desempeña un papel crucial en esta misión, la responsabilidad recae también en los gobiernos y las empresas, que deben liderar el camino en la búsqueda de soluciones para el problema que han contribuido a crear. En este sentido, existen diversas medidas que pueden implementarse:

H3: Promoción del consumo responsable: fomentar el uso responsable del agua de grifo en hogares y espacios públicos, así como sistemas de incentivo a la devolución de envases.

H3: Recuperación eficiente de envases: asegurar una mejor recuperación y reciclaje de envases plásticos.

H3: Prevención de la mala disposición: evitar la mala disposición de envases plásticos en el entorno.

H3: Apoyo a la economía circular: fomentar tiendas de reparabilidad, comercios de segunda mano y ventas a granel, generando empleos en la economía circular.

En un mundo donde los signos del calentamiento global causado por actividades humanas son cada vez más evidentes, “Julio Sin Plástico” es un llamado a la acción global que se inscribe en el espíritu de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, entre muchas otras. Tanto los individuos como las instituciones deben tomar medidas decisivas para revertir esta tendencia.

La contaminación plástica es un desafío urgente que requiere esfuerzos ambiciosos y colaboración a nivel mundial. Al unirnos en este movimiento, podemos marcar la diferencia y allanar el camino hacia un futuro más sostenible y saludable para todos.

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