¿Cómo combatir los incendios forestales que azotan a la Argentina?

A medida que las temperaturas continúan creciendo por efecto del cambio climático, los incendios forestales se propagan por todo el planeta. Y lamentablemente, Argentina no es la excepción. Solo en los últimos 25 años, el país perdió más de 7 millones de hectáreas de bosques nativos. ¡Una cifra equivalente a la superficie total de la provincia de Entre Ríos!

Pero a pesar de que organizaciones ambientalistas como Greenpeace trabajan día a día para concientizar a la población acerca de la problemática de los incendios, (por ejemplo, a través de una consulta popular que indicó que el 99% de los argentinos está a favor de penalizar las deforestaciones ilegales), en 2023 las cifras oficiales han continuado aumentando de forma preocupante. 

Los incendios forestales más notorios de 2023

Solo durante el primer semestre de este año, la provincia de Córdoba ya había visto cómo se perdían más de 7 mil quinientas hectáreas de bosques por el fuego. Pero la situación empeoró aún más con la llegada de la primavera. Octubre fue sin dudas un mes trágico para el medioambiente cordobés. Los incendios forestales generaron pérdidas ambientales y económicas en distintas áreas de la provincia.

Se estima que durante las primeras semanas de octubre los incendios consumieron más de 8 mil hectáreas en localidades como Carlos Paz, San Clemente y Tulumba. Las imágenes satelitales confirmaron que estos eventos podrían haber superado en solo 30 días las pérdidas sufridas durante los primeros 6 meses del año.

Pero Córdoba no fue la única afectada. Más de la mitad de las provincias argentinas debieron enfrentar incendios forestales. En Mendoza, un foco activo devastó más de 4 mil hectáreas, obligando a evacuar a cerca de 200 personas. En algunas de estas situaciones, la magnitud de las llamas requirió la intervención de aviones hidrantes y helicópteros para contener los incendios.

En Salta, por ejemplo, brigadistas, bomberos y voluntarios se vieron obligados a abordar aviones hidrantes del Servicio Nacional de Manejo del Fuego para poner fin a los focos producidos en la localidad de Cafayate. Mientras que en Catamarca, un incendio destruyó más de 2 mil hectáreas del Cerro Ambato. 

De acuerdo con datos provistos por especialistas de la Brigada de Incendios Forestales, estos números evidencian un aumento del 24,3 por ciento en la cantidad de incendios forestales ocurridos en el territorio nacional en comparación con el año anterior.

¿Quiénes son los responsables?

El impacto de los seres humanos en la propagación de los incendios forestales es innegable. Se calcula que un 95% de los casos derivan de fogatas que se salen de control, restos de cigarrillos mal apagados, tierras descuidadas que quedan a merced del calor imperioso (sobre todo en verano) y, por supuesto, la quema para preparar áreas de pastoreo.

Si se quiere poner fin a estos terribles accidentes, es necesario que la población tome verdadera conciencia del daño que representan para el medioambiente. Cada ciudadano debe reflexionar acerca de sus acciones y realizar un cambio profundo en su manera de actuar para revertir esta tendencia y mejorar la relación humana con la naturaleza.

Soluciones a gran escala

Más allá de la incidencia de cada individuo, es importante recalcar que la prevención de incendios forestales requiere de un compromiso real del gobierno nacional y de las empresas si lo que se busca es tratar las verdaderas raíces del problema. Los bosques más vulnerables deben ser protegidos por leyes que ahora mismo están en discusión, como la Ley del Fuego o la Ley de Tierras. 

Por otro lado, la regeneración de bosques con especies nativas puede fortalecer la resistencia de los mismos a estos desastres. Pero la creación de ecosistemas más resilientes y menos propensos a la propagación de incendios debe ir acompañada de campañas de educación y concientización sobre la importancia de los bosques nativos entre las comunidades locales.

¿Y qué hay del cambio climático?

Sin lugar a dudas, existe una conexión decisiva entre los incendios forestales y el calentamiento global al que está siendo sometido el planeta. Por este motivo, es fundamental que el gobierno deje de negar el cambio climático y comience a tomar medidas que conduzcan a una reducción de las emisiones contaminantes si se quiere poner fin a estos eventos extremos. 

El aumento de las temperaturas, la disminución de las precipitaciones y la frecuencia con que comienzan a repetirse eventos climáticos extremos han incrementado los riesgos de propagación rápida del fuego en todo el mundo. Es por eso que organismos como la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas están promoviendo activamente la protección forestal a nivel mundial. Argentina debería dejar de mirar para otro lado y seguir su ejemplo.

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