El 25 de noviembre, los líderes internacionales se congregaron en Corea del Sur para la última ronda de negociaciones en torno al Tratado Global de Plásticos, un acuerdo clave para frenar la creciente contaminación plástica que afecta al planeta. Greenpeace Colombia estuvo presente en esta cumbre como parte de una delegación de 27 representantes autorizados por la organización para participar en este evento crucial. Esta instancia representa la última oportunidad para que los ministros de medio ambiente y los líderes globales den un paso decisivo en la lucha contra esta crisis ambiental, que no solo pone en peligro la salud del planeta, sino también la de sus habitantes.
La firma de un tratado sólido y ambicioso podría marcar el fin de la contaminación plástica a gran escala, lo que se traduciría en una victoria significativa tanto para las personas como para el clima global. Este Tratado, promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fue aprobado hace más de un año, dando inicio a un proceso de negociaciones que, en 2024, se espera cerrar con acuerdos definitivos. Colombia, comprometido con la causa, fue uno de los primeros países en firmar este histórico acuerdo en septiembre de 2023, lo que refleja el apoyo del país a la iniciativa internacional.
Testigo de la contaminación plástica en el Pacífico
En el marco de su campaña “Protege el Pacífico Colombiano”, Greenpeace Colombia ha sido testigo directo de los efectos devastadores de la contaminación plástica en el país. Este año, la organización se embarcó en una expedición a bordo del Arctic Sunrise, un barco que permitió al equipo de Greenpeace documentar de primera mano la gravedad del problema. En su recorrido, visitaron la Isla de Malpelo, una de las zonas más afectadas por los residuos plásticos que contaminan sus aguas y costas.
Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas en Colombia, quien estuvo presente en la expedición, relató que desde el inicio de la travesía los resultados fueron alarmantes. En el viaje encontraron, entre otros residuos, redes de pesca, botellas de plástico y microplásticos, los cuales terminan afectando de manera fatal los ecosistemas marinos. Durante su recorrido por las costas del Pacífico y el Caribe colombiano, Greenpeace realizó tomas de muestras del suelo que revelaron la alarmante cantidad de 8.000 microplásticos por metro cuadrado de playa. Estos residuos no solo afectan a las especies marinas, sino que también representan una amenaza para las aves y mamíferos marinos, muchos de los cuales sufren la ingestión de plásticos y otras consecuencias fatales.
Impacto de la contaminación plástica en la biodiversidad y las comunidades
Los hallazgos obtenidos en la expedición de Greenpeace en el Pacífico reflejan una realidad más amplia de la contaminación plástica que afecta al país, desde los ríos hasta las costas. Este problema no solo impacta la biodiversidad, sino que también pone en riesgo la salud de las comunidades cercanas a las zonas más afectadas. El Tratado Global de Plásticos se presenta como una herramienta que podría cambiar el rumbo de esta crisis, ofreciendo una oportunidad para reducir el impacto ambiental y proteger tanto a la flora y fauna como a las personas que dependen de estos ecosistemas.
Qué es el Tratado Global de Plásticos
El Tratado Global de Plásticos es un plan diseñado para abordar la contaminación plástica de manera global a través de acuerdos vinculantes entre naciones. Este tratado tiene como objetivo fundamental implementar políticas y normativas coordinadas que permitan reducir la producción y el desecho de plásticos, garantizando que todos los actores involucrados en la cadena de producción sean responsables del impacto ambiental generado. Se busca también abordar todo el ciclo de vida del plástico, desde su fabricación hasta su eliminación.
El Tratado no solo propone cambios en la legislación de cada país, sino que establece un marco internacional que coordina acciones a nivel mundial. Esta estrategia busca frenar la producción de residuos plásticos desde su origen, responsabilizar a las empresas que generan estos desechos y fomentar alternativas sustentables, como la reutilización y el reciclaje. En marzo de 2022, 170 países respaldaron esta resolución histórica de la ONU, un paso clave hacia la lucha contra la contaminación plástica.
La importancia de la última ronda de negociaciones
En esta última ronda de negociaciones, Greenpeace Colombia tiene un objetivo claro: asegurar que los líderes mundiales aprovechen esta oportunidad única para limitar la producción de plásticos y proteger los derechos humanos, la biodiversidad y el clima global. La organización insiste en la necesidad de un acuerdo ambicioso que no solo aborde el problema de la contaminación, sino que también impulse cambios significativos en la forma en que la sociedad maneja los plásticos.
Este tratado representa un desafío para los países y las empresas involucradas, pero también una oportunidad para hacer frente a uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta. Con el apoyo de organizaciones como Greenpeace, y el compromiso de los países firmantes, el Tratado Global de Plásticos podría marcar el inicio de una nueva era de responsabilidad ambiental, donde la lucha contra la contaminación sea una prioridad global.
Lucha global por el futuro del planeta
El Tratado Global de Plásticos, como lo han manifestado tanto los delegados de Greenpeace como otros actores internacionales, es mucho más que una solución a corto plazo. Es una oportunidad para crear un cambio real en la forma en que el mundo maneja los plásticos, reduciendo la cantidad de residuos generados y protegiendo los ecosistemas de los cuales depende toda la vida en el planeta. A medida que los líderes mundiales se acercan a la conclusión de estas negociaciones, la presión por lograr un acuerdo ambicioso y vinculante es más fuerte que nunca.
El futuro del planeta depende de la decisión que tomen los líderes internacionales en esta última ronda de negociaciones. El tiempo apremia, y el Tratado Global de Plásticos podría ser la clave para poner fin a una de las crisis ambientales más urgentes de nuestro tiempo. Como destacó Greenpeace, es esencial que no se pierda esta oportunidad, ya que los impactos de la contaminación plástica son demasiado graves como para seguir ignorándolos.
