¿Qué esperamos para sumarnos al transporte sostenible?
Dado que el uso de vehículos urbanos representa más del 60% de la demanda mundial de petróleo y que es el responsable del 15% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, necesitamos urgentemente subirnos a la ola del transporte sostenible.
Es crucial que los gobiernos den prioridad al uso de las energías renovables para el transporte público(autobuses, trenes, tranvías, metros, etc.) e inviertan en él, haciéndolo asequible y accesible para toda la población y ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.
¿Qué encontrarás en este artículo?
1. Introducción
2.¿Qué se entiende por transporte sostenible?
3. El transporte sostenible: el futuro verde para las nuevas generaciones
4. ¿Por qué el transporte tiene tanta responsabilidad en la emergencia climática?
¿Qué se entiende por transporte sostenible?
El transporte sostenible es aquel que, desde una perspectiva ambiental, contribuye a la reducción de la contaminación ambiental y las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, busca minimizar el consumo de recursos naturales no renovables, preservar la integridad de los ecosistemas y mejorar la capacidad de resistencia climática en sus servicios, modos e infraestructuras.
Se trata de un tipo de transporte que busca equilibrar la movilidad humana con la preservación y protección del medio ambiente.
Los más habituales son:
- Bicicleta. Se trata de la opción de movilidad más sostenible y saludable. Además, con la reciente incorporación de las bicicletas eléctricas o e-bikes(bicicletas tradicionales a la que se les instala un motor eléctrico para que ayude en el pedaleo) existen más opciones.
- Patinetes eléctricos. Cada vez más son las personas que optan por dejar su coche y usar este nuevo medio de transporte sostenible que, al cargarse con electricidad, no contamina la atmósfera.
- Transporte público. Sin duda, una de las mejores opciones para proteger el medio ambiente, ya que se trata de un transporte compartido que, además, evita atascos. Cada vez son más los medios de transporte públicos(autobuses, metros y tranvías) que son eléctricos.
- Coches eléctricos. Aunque no sean la solución a los atascos, sí reducen considerablemente el impacto medioambiental, porque no emiten gases nocivos y contribuyen a reducir la contaminación acústica. Este tipo de transporte es la solución perfecta para aquellos que quieren un vehículo particular sostenible.
- Carreteras inteligentes. Pinturas fotosensibles que se recargan con la luz solar para proporcionar iluminación en la oscuridad o pinturas dinámicas que muestran diferentes iconos según las condiciones meteorológicas son ejemplos de las propuestas que se empiezan a ver en algunas ciudades que respetan el ahorro de energía y una movilidad más amigable con el medio ambiente.
El transporte sostenible: el futuro verde para las nuevas generaciones
El elevado precio de los pasajes, la falta de seguridad en muchas regiones y las deficientes infraestructuras alejan a millones de personas de esta posibilidad.
La movilidad es fundamental para cualquier persona y el transporte público debe ser un derecho fundamental. Sin embargo, el elevado precio de los pasajes, la falta de seguridad y las deficientes infraestructuras alejan a millones de personas del transporte público, un servicio que debe ser asequible, accesible y seguro para todos.
Solo la mitad de la población urbana mundial tiene un acceso conveniente al transporte público, mientras que está aún más restringido y completamente fuera del alcance de millones de personas en las zonas rurales.
Ya lo ha dicho el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático en más de una oportunidad: la transición hacia la electrificación y el fomento del transporte público pueden conllevar beneficios significativos para la salud pública, el empleo, la seguridad energética y la equidad. Además, estas medidas pueden desplazar de manera efectiva a modos de movilidad menos eficientes y más contaminantes.
En la actualidad, los gobiernos a nivel mundial están lejos de adoptar medidas que sean compatibles con las recomendaciones científicas. También es fundamental reconocer que los combustibles fósiles representan un gran problema en la lucha contra el cambio climático, y es esencial reducir y eventualmente eliminar su uso para abordar esta crisis de manera efectiva.
¿Por qué el transporte tiene tanta responsabilidad en la emergencia climática?
El sector del transporte depende del petróleo para más del 90% de su energía, y es responsable de alrededor del 60% de su demanda mundial. A pesar de que existen soluciones tecnológicas disponibles que permiten la movilidad sin emisiones, Greenpeace subraya que el sector todavía mantiene una fuerte dependencia de este recurso fósil y del gas.
María Botella, vocera de Greenpeace, enfatiza la importancia de la valentía política en la transición del sector del transporte y la necesidad de evitar que las corporaciones vinculadas a los combustibles fósiles obstaculicen este proceso. Botella destaca que el cambio hacia un transporte más sostenible implica dar prioridad al transporte público sobre los vehículos privados, reducir las emisiones innecesarias derivadas de actividades de lujo como vuelos cortos, jets privados y cruceros de lujo, y transformar el transporte esencial en una modalidad eléctrica alimentada por fuentes de energía renovable.
El informe del IPCC subraya que las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte han aumentado considerablemente en las últimas dos décadas, experimentando un incremento anual del 1.8% desde 2010, una cifra que supera la de cualquier otro sector. Es por esta razón que los gobiernos y la sociedad en su conjunto reconozcan la urgencia de abordar la crisis climática y tomen medidas audaces para descarbonizar el sector del transporte, poniendo fin de manera definitiva al uso de combustibles fósiles. Cada paso es un logro en la búsqueda de la justicia social y climática, liberando el potencial real del transporte público para el beneficio de todos.
